Dotarán a Viña del Mar de parque urbano de 250 ha de árboles nativos
Recuperar predio aledaño al Jardín Botánico costará $3 mil millones, en 10 años:
Proyecto implica ejecutar obras para acumular agua de lluvia y plantar 30 mil quillayes, palmas chilenas, peumos y boldos.
Doscientas cincuenta palmas chilenas ( Jubaea chilensis ) comenzaron a plantarse a fines del mes pasado en los terrenos vecinos al antiguo parque del Jardín Botánico Nacional, en Viña del Mar.
Partió así una de las iniciativas más ambiciosas en el país: dotar de un parque a la ciudad, en un predio de 250 hectáreas, con el objetivo de regenerar el bosque nativo altamente degradado y dejarlo en un estado mejor al que tenía hace cien años.
Fue en 1917 cuando el empresario salitrero Pascual Baburizza adquirió 395 ha del fundo El Olivar, junto al estero Marga-Marga, en el sector de El Salto, límite con Quilpué. En la ocasión, treinta y cinco hectáreas fueron convertidas por el paisajista Georges Dubois en los jardines donde hoy están el paseo y las colecciones del Jardín Botánico Nacional.
Desde entonces, los frecuentes incendios (dos de ellos, catastróficos), su uso por desconocidos como depósito de basuras y, más recientemente, la sequía han raleado los cerros de matorral y bosque esclerófilo del resto del antiguo fundo. Hoy son pocos los árboles -en un suelo sin sotobosque (matas y arbustos)- que aún se ven en pie.
“En los tiempos de Baburizza y Dubois era un palmar bonito, como los que aún se pueden apreciar en quebradas desde la ruta Las Palmas”, dice el secretario ejecutivo del Jardín Botánico, Jorge Stambuck.
La fundación Jardín Botánico -que desde 1998 administra esos terrenos, donados al Estado en 1951-, desde hace algún tiempo buscaba financiamiento para restaurar el llamado lote C e integrarlo al circuito de jardines y paseo, que recibe 200 mil visitantes cada año. Su consejo directivo, presidido por el ministro de Agricultura, vio la oportunidad en el compromiso global que asumió la multinacional de bebidas gaseosas Coca-Cola, en que espera, hacia el 2020, devolver a la naturaleza toda el agua que consume en sus procesos productivos.
“Jardín Botánico aportará el 30% de nuestra meta en Chile”, explica Dino Troni, gerente general de la compañía en Chile, Perú y Bolivia.
300 millones de litros
La dramática baja en la pluviosidad obliga a habilitar obras para los 30 mil árboles que se pretenden plantar en una década. Cinco kilómetros de zanjas de infiltración y 50 petriles (muros) permitirán recuperar 300 millones de litros de agua al año para el riego de especies como boldo, quillay, peumo y colliguay.
Con un costo de $5 mil millones en una década, también se reintroducirán palmas chilenas, bellotos, lingues, canelos y olivillos. Además, se formarán bosquetes de algarrobos adaptados a zonas más áridas.