El nuevo Teatro Coliseo sigue sin permisos para funcionar y sin concretar shows agendados
Desde el anuncio de su reapertura, cuatro eventos fijados en la sala se trasladaron a otros recintos.
La encargada de inaugurarlo era Ana Tijoux, el 25 de junio pasado. Con un concierto junto a la Mapocho Orquesta que además serviría para lanzar su más reciente single, la solista protagonizaría la reapertura del Teatro Coliseo, emblemático recinto ubicado en calle Nataniel Cox que durante las últimas dos décadas funcionó como templo evangélico, y que tras ser adquirido por una productora de eventos redebutaría como nueva sala de conciertos para la capital.
Pero a causa del retraso en la restauración del recinto -según informó la firma un día antes del recital-, el show de Tijoux se trasladó al Teatro Cariola. Desde entonces, los otros tres conciertos programados en el lugar han sido movidos a última hora hacia otros sitios: el de los norteamericanos Dream Theater, en julio, el espectáculo Pokémon Symphonic la semana pasada y también el que esta noche dará Lucybell para celebrar los 20 años de su disco Viajar, que finalmente se realizará en el Teatro Caupolicán.
Una serie de cancelaciones que han instalado una gran interrogante sobre el destino del lugar, el que con una capacidad para 2.500 asistentes en total, con dos plateas y un total de 1.800 asientos, ha sido promocionado por sus encargados como la sala de mayor aforo en su tipo en el país. Una que, además, vendría a llenar un vacío para la cartelera de conciertos en Santiago, que a diferencia de otras capitales no cuenta hasta ahora con salas de capacidad intermedia.
Según explican desde la Municipalidad de Santiago, el retraso en la reapertura del ex Teatro Continental -el nombre bajo el que funcionó por décadas antes de ser adquirido por la Iglesia Universal del Reino de Dios a mediados de los años 90- tiene que ver con la falta de un permiso específico: el TE1, documento emitido por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) que certifica que un recinto como este cuente con la instalación eléctrica adecuada para su puesta en marcha.
Por lo general, se trata de un aspecto bastante costoso pero esencial al momento de solicitar la patente que da luz verde al funcionamiento permanente de un teatro de este tipo. Esto, luego de una declaración supervisada por un instalador eléctrico autorizado, que entre otros aspectos vela por la seguridad de los asistentes y que, en general, una vez presentados los antecedentes, no suele demorar más de una semana para su aprobación.
Si bien el proceso de restauración del Teatro Coliseo se inició en mayo, hasta ayer aún había técnicos trabajando en su instalación eléctrica, que tras veinte años operando como templo requirió de una serie de refacciones para su puesta a punto. Y aunque desde la productora Transistor optan por no referirse en detalle a las causas que han demorado el debut del local -o por qué se decidió agendar recitales sin contar con todos los permisos necesarios- aseguran que estará listo para los próximos eventos que contempla su cartelera(ver recuadro).
“Hubo retrasos en la restauración arquitectónica del teatro que ya terminó hace semanas, lo que ha provocado que todo demore un poco más de lo planeado”, explica Leonardo Valeria, director de Transistor. “Están todos los papeles necesarios presentados a las autoridades correspondientes, se trabajó en su restauración con las mejores empresas del medio. El teatro está totalmente en norma y listo para recibir su permiso permanente de funcionamiento que debería ser los próximos días”, agrega.
Y aunque existe cierta preocupación entre los asistentes a los próximos shows de la sala, así como en los productores que ya anunciaron eventos en el lugar, éstos últimos en su mayoría confían en lo acordado con Transistor y que en las próximas semanas el Coliseo debería estar funcionando.