Valparaíso cuesta arriba
El 44% de la comuna está emplazada en pendientes tan pronunciadas, que exigen obras de mitigación para ser habitadas. De sus 2.347 calles, 103 se acercan al récord Guinness de inclinación. Ello impone a sus habitantes una rutina sorprendente, pero a la que ya están acostumbrados.
Los 50 años de su existencia, Ana Silva los ha vivido en el número 188 del pasaje Luis Cousiño de Valparaíso. Más que pasaje. en realidad es una escalera que trepa vertiginosamente por la ladera del cerro Las Cañas. La casa, donde vive con su marido de 56 años y un hijo de 9, está justo al medio de la escalera, que en 178 escalones conecta por abajo con calle Cousiño y por arriba con avenida Alemania.
Es la única vía de acceso a su domicilio y le impone un estilo de vida con una cuota de sacrificio extra para enfrentar incidentes cotidianos. Si su hijo se enferma, su marido debe bajar cerca de 100 escalones con él en brazos y luego tomar locomoción que, dando un rodeo, los lleve al consultorio ubicado justo arriba, en avenida Alemania.
-Hace tres años, cuando murió mi papá, debieron bajar su ataúd a pulso y subirlo de la misma forma con su cuerpo hasta el camino de cintura, donde estaba la carroza fúnebre. Entre personal de la funeraria y familiares, eran seis personas.
Según cálculos del Sistema de Información Geográfica de la Municipalidad de Valparaíso, el 44% de los 32 km {+2} de superficie urbana comunal se encuentra en pendientes superiores al 30% de inclinación. Esto quiere decir que si uno avanza 10 metros, sube a una altura de 3 metros sobre el punto inicial.
Ese 30% es la referencia a partir de la cual la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción exige obras de mitigación para su habitabilidad. “El Plan Regulador Comunal (PRC) -explica el geógrafo de esa repartición, Patricio Tapia- traduce esas exigencias a muros de contención frente a deslizamientos de tierra y bajadas de agua, para evitar que la lluvia infiltre y socave”.
Tapia dice que la información mapeada por la consultora Foco, que asesora al municipio en la propuesta del nuevo PRC, revela que 15 mil de las 60 mil casas y construcciones comunales están en terrenos con inclinaciones superiores al 40%, zona de riesgo que requiere estudio de pendientes.
Es sobre esta topografía que se despliegan las 2.347 calles de la comuna. De ellas, 2.224 tienen hasta 30% de pendiente. Otras 103 vías, incluyendo pasajes y escaleras, se acercan al 35% del récord Guinness que ostenta Baldwin Street, en Dunedin, Nueva Zelandia.
Vidas inclinadas
La avenida Aquiles Ramírez tiene fama de ser una de las más pronunciadas en el cerro San Juan de Dios. Ahí, docentes de la carrera Técnico Topógrafo del Duoc UC porteño certificaron una inclinación del 30%.
-Cuando a los vehículos se les cortan los frenos, se viven situaciones de gran riesgo.
Luis Gómez Arévalo, dueño del almacén “La Escala”, en el número 607 de la avenida, recuerda cómo hace unos años un camión en esa situación agarró vuelo, volcó y se arrastró de costado varias cuadras antes de detenerse. “Por suerte, los niños de un colegio cercano no resultaron dañados”, apunta Nancy Silva, una vecina que lleva 51 años en el sector y que en su juventud era capaz de transitar por esa calle con tacos aguja. Caminar hoy por esa calle para tomar la micro que solo llega dos cuadras más abajo es un castigo para sus rodillas, debido a su artrosis.
Ancianos y minusválidos son los que más resienten la geografía y deben apelar a la solidaridad de vecinos y colectiveros para sortearla. Rolando Melo (83) y Laura Bravo (80) a veces esperan hasta una hora que un colectivo se decida a subir hasta su pasaje en calle Santa Rita, cerro Yungay, pues muchos son desalentados por lo resbaloso del pavimento con las lluvias. Ella lo lamenta:
-Hace años, nuestro hijo vio quiso vender nuestra casa y comprar otra para cambiarnos. No quisimos, porque nos gusta el barrio. Pero hoy dependemos de vehículos para salir.
Otra desventaja es lo difícil que resulta a los carros bombaacceder a las enmarañadas calles ante una emergencia, como en el megaincendio de 2013. Una situación que, según Luis Donoso, vecino de calle Santa Rita, se repitió el jueves.
-Hubo un incendio en el pasaje de arriba y solo un carro bomba pudo subir. El otro quedó a medio camino, porque como es una pura huella, no cabe más de un vehículo. La casa se quemó entera.
Para quienes poseen como único acceso una escalera, las mudanzas y compras de grandes electrodomésticos pueden ser un martirio. Bien lo sabe Cecilia García (53) del pasaje Gratil, en el cerro Mariposas.
-Las casas comerciales dejan la compra al inicio de la escalera. Refrigeradores, sacos de cemento, lo que sea, hay que poner ñeque no más y bajarlos a hombro.