El desafío de sumar una nueva región
La provincia de Ñuble está en tierra derecha para convertirse en la Región XVI, sin embargo, su gran tamaño y casi medio millón de habitantes hacen más compleja su implementación que Los Ríos y Arica, las que fueron creadas en 2007.
Más recursos que los calculados inicialmente por el gobierno se necesitarán para implementar las reparticiones públicas que va a requerir la futura Región de Ñuble y sus tres nuevas provincias de Diguillín, Punilla e Itata. Si bien en 2015 el informe financiero de Hacienda calculó en $ 17.203 millones el costo de implementación, éste se ajustó a $ 18.897 millones, para efectuar la contratación de personal que necesitará la nueva división territorial. “Esperamos que el próximo 20 de agosto (de 2017) la Región de Ñuble ya sea una realidad”, sostuvo la Presidenta este fin de semana en Chillán, durante los actos del natalicio de O’Higgins, reiterando su compromiso con los ñublesinos. Según el movimiento ciudadano Ñuble Región, que desde hace 20 años ha pujado para lograr esta transformación, los recursos ya no serían un impedimento, como se planteó en un principio. “Estamos felices, porque la iniciativa está saliendo como lo habíamos proyectado; eso significa que sí hay financiamiento para dotar a las regiones de lo que más necesita su gente, que es desarrollo para sus comunas”, planteó Herex Fuentes, presidente de la organización.
Si bien los montos para la implementación de Los Ríos y Arica -que fueron creadas en 2007- son menores, hay consenso en que levantar la futura Región de Ñuble es un desafío más exigente, por el mayor número de comunas que incluirá, de superficie y de población, de casi medio millón de habitantes. Tanto así que Ñuble superará en habitantes a seis regiones del país. Por eso, un incentivo para todo este esfuerzo será contar con más fondos. La ex provincia de Valdivia recibía $ 5 mil millones del presupuesto de la Región de Los Lagos, de la cual dependía. Hoy, como Región de Los Ríos, maneja un presupuesto propio de $ 45 mil millones. “No es bueno partir a medias, tenemos que potenciar esta nueva región y entregarle todos los recursos que sean necesarios para partir. Hay mucha ansiedad en que esto se concrete de una buena vez”, dijo Sergio Zarzar, alcalde de Chillán y presidente del Capítulo Provincial del Municipio de Ñuble. “No hay duda que crear esta nueva región es una aspiración totalmente legítima y una fórmula que ha comprobado ser beneficiosa para las comunidades y que respaldamos 100%”, afirmó Angel Castro, alcalde de Santa Juana y presidente de la Asociación Regional de Municipalidades del Biobío.
Quien fue el primer intendente de Los Ríos, el diputado (DC) Iván Flores, señaló que lo más complejo es la implementación física de los servicios públicos, que en el caso de Ñuble sería más complejo, porque incluye más provincias y, por lo tanto, más dependencias y fun- cionarios. “Es una provincia enorme, claramente habrá que evaluarla en su mérito respecto del costo en infraestructura. Lo principal es tener dependencias dignas para los funcionarios y los usuarios. No se puede poner el Servicio del Adulto Mayor en un décimo piso, por ejemplo”, dijo Flores.
En Ñuble, a diferencia de Los Ríos, que ya funcionaba con varios servicios propios, habrá que partir de cero y, además, diseñar una estructura compatible con el nuevo modelo de Estado descentralizado.
En cuanto a este organigrama, aún quedan dudas para la senadora Ena von Baer (UDI), presidenta de la Comisión de Gobierno Interior, donde se estudia el proyecto de ley con suma urgencia, desde el 2 de agosto. “No nos queda claro cómo se llegó a ciertos montos, o si habrá un servicio de salud por provincia, o no, o si el Serviu será uno solo o no. Falta ese tipo de detalles, por eso pedimos una nueva presentación por parte del Ejecutivo”, precisó Von Baer. Para el senador Alberto Espina (RN), integrante de la misma comisión, “lo que importa no es si es mucha o poca, lo relevante es si será suficiente, y no lo sabemos aún”.
Alejandro Navarro (MAS), senador por Biobío, región “madre” de Ñuble, confía en que el presupuesto irá al alza, pero le preocupa que se cumplan los plazos comprometidos. “Lo primero es conocer si vamos a tener o no la ley aprobada el 2017 y la región instalada”, advirtió. Esto, especialmente dado que el Ejecutivo se comprometió a tener una nueva región, con intendente electo y traspaso de competencias, proyectos que aún están en discusión. “Lo relevante es que estamos en el plazo para aprobar la ley e implementarla antes del 11 de marzo del 2018, que es cuando termina el mandato de la Presidenta. Ahora, la decisión está en la discusión parlamentaria”, precisó Ricardo Cifuentes, subsecretario de Desarrollo Regional.