Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor podría generar 30 mil nuevos empleos
Proyección a partir de los impactos alcanzados en otros países:
Con esta nueva normativa, Chile debiese recuperar al menos 71 toneladas por cada mil habitantes. Asimismo, el costo de este sistema oscilaría entre los US$ 140 millones y US$ 255 millones anuales, es decir, entre un 0,45% y 0,25% del presupuesto fiscal del año 2015, respectivamente.
A más de tres meses desde que se promulgó la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en Chile, las empresas nacionales ya están comenzando a entrar en el debate sobre cuáles serán las definiciones claves para enfrentar esta nueva normativa. En ese contexto, mañana la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla) realizará el seminario “La próxima meta de la REP, todo sobre los reglamentos”, donde expertos y actores impactados directamente por la nueva ley debatirán sobre los detalles de su implementación.
La llamada REP se instauró por primera vez en Alemania en 1991, y aterrizó en Chile de la mano de una ley que traspasa la responsabilidad que hasta ahora tenían las municipalidades de gestionar los residuos de envases y embalajes a las empresas que introducen estos productos al mercado. A nivel global, la REP es implementada por más de 40 países -tanto desarrollados como en vías de desarrollo- y su ejecución ha logrado elevar las tasas de recuperación y de reciclaje, ya que obliga a las empresas a cumplir una meta establecida. A modo de ejemplo, en Europa la tasa de reciclaje aumentó de 25% en 2000 -cuando recién se estaba instaurando en los países del Viejo Continente- a 42% en 2013, cuando la normativa ya estaba implementada en más de 34 países.
Los buenos resultados obtenidos en el extranjero motivaron a las autoridades del país a comenzar a legislar en esta materia, sobre todo considerando que actualmente en Chile las tasas de reciclaje aún son bastante bajas y se registran mayores porcentajes de reciclaje en los hogares que en las industrias. De esta forma, la nueva normativa busca que en el país se alcancen las mismas metas que se impuso la Unión Europea en 2008. Según estos objetivos, en un plazo de cuatro años se debiera conseguir el reciclaje de un 60% de los envases de papel y cartón, un 60% en los de vidrio, un 50% en aquellos de metal, y un 22,5% en los envases de plásticos. Todas estas cifras -a excepción del ítem de papel y cartón- aún están muy por sobre las tasas de reciclaje que se registraban en el país en el año 2010, según un estudio de Eco-Ingeniería (Ecoing). Por esta razón, y estimando que las metas se cumplan, tras la entrada en vigencia de la ley, el total de residuos de envases y embalajes reciclados debería aumentar en más de 61 mil toneladas anuales.
Según la visión de Gonzalo Sanhueza, socio de Econsult RS Capital y director de ChileRep, para alcanzar estos objetivos será clave la participación de los ciudadanos. “Deben depositar los residuos en los puntos habilitados para su recolección, o clasificar la basura en caso de recolección a domicilio. Para lograr lo anterior, la implementación de la REP se gestiona en conjunto con un programa de difusión y educación ambiental, lo cual trae cambios culturales”, afirmó Sanhueza. En este punto coincide Santiago Muzzo, presidente de Asipla y de ChileRep, quien señala que “las empresas deberán resolver cómo motivar y movilizar a los consumidores de sus productos para que vean en la basura un valor; ya no podrán dejar la educación ambiental en manos de la autoridad o de terceros, y deberán hacerse cargo de concientizar y acompañar a la ciudadanía”.
Efectos positivos
Entre los beneficios más relevantes para el país de la REP se encuentra el ahorro de energía. Según diversos estudios, la producción de materia prima requiere de menor consumo de energía cuando es realizada con materiales reciclados. De esta forma, considerando que la energía representa entre un 6% y un 20% del total de los costos de producción, el ahorro energético a través del reciclaje se traduciría en una reducción en costos de entre un 2% y un 15% para las empresas productoras.
Asimismo, el uso de materiales reciclados reduce la emisión de dióxido de carbono (CO2), por lo que también se minimizaría el impacto ambiental.
Otro de los beneficios es la generación de empleo. Serán necesarios desde recolectores hasta profesionales dedicados al reciclaje de los materiales. Este hecho quedó en evidencia con lo ocurrido en la Unión Europea tras el ingreso de esta normativa, en donde durante el año 2004 se crearon 978 mil empleos asociados al manejo de residuos y cerca de 800 mil en la industria del reciclaje, lo que se traduce en más de 1,7 millones de nuevos puestos de trabajo gracias a la llegada de esta ley.
De igual forma, si se considera que en ese año el total de materiales reciclados superó las 48 millones de toneladas, es posible interpretar que se generaron 200 empleos por cada 10 mil toneladas recicladas y 34 empleos por cada 10 mil toneladas recuperadas. Así, si en Chile se replica lo ocurrido en Europa, la implementación de la REP lograría generar entre 20 mil y 30 mil empleos asociados a la etapa de recolección, manejo y reciclaje.
Costos asociados
Como toda normativa, su implementación trae costos asociados a ella. Por lo que si en Chile se pretende recuperar las toneladas asociadas a las metas de reciclaje alcanzadas por la Unión Europea, el sistema debería recuperar al menos 1,2 millones de toneladas anuales -equivalente a una obtención de 71 toneladas por cada mil habitantes-, lo cual tendría un costo que oscilaría entre los US$ 140 millones y US$ 255 millones al año. Estos montos, de igual forma, equivalen a un 0,45% y un 0,25% del presupuesto fiscal de 2015 respectivamente.
Además, como la REP declara al productor como responsable de la gestión de residuos de los productos prioritarios que introduce al mercado, es justamente este agente el que debe financiar el proceso de recuperación y valorización del residuo. No obstante, en la mayoría de los países donde opera esta regulación, los productores pagan una tasa por envase introducido en el mercado -que varía dependiendo del tipo de material y del peso de los bienes- costo adicional que finalmente es asumido por el consumidor al momento de la compra.
En este contexto, según comenta el presidente de Asipla, “si los tres pilares de la implementación de la REP se desarrollan adecuadamente, el costo adicional de los envases debiera ser entre 5% y 10%. Por lo tanto, el costo de los productos que consumen debiera incrementarse en hasta un 2%”.
Recolección de bateríasAunque la ley sigue en proceso de implementación, desde el año 2012 Derco formó, en conjunto con Automotores Gildemeister, la empresa Ecovalor, que opera como sistema de gestión para la recolección de baterías, neumáticos y lubricantes. Según comenta el gerente general de Dercoparts de Derco, Andreas Schek, esta iniciativa nació debido a que hoy en día la firma se ubica como “el mayor importador de baterías del país, con un 25% del total, por lo que decidimos hacernos cargo del tratamiento de estos residuos”.
Además, dice que “desde 2013 a la fecha, Ecovalor ha duplicado la recolección y reciclaje de baterías, pasando de 462 toneladas a 987 toneladas, y proyecta un incremento de 30% en 2016”. No obstante los buenos resultados, reconocen que aún es necesario crear conciencia sobre este tema en el país, sobre todo “en elementos como las baterías, que son residuos peligrosos que deben ser tratados cumpliendo la normativa sanitaria existente”. Agrega, a su vez, que “es clave que el país cuente con más alternativas de reciclaje y disposición final de baterías fuera de uso dentro de Chile”.
Aparatos eléctricos y electrónicosEn un contexto donde las tecnologías y los aparatos electrónicos están cada vez más integrados a la vida de las personas, la involucración de las empresas que trabajan con este tipo de artículos con la nueva Ley REP es clave. Así lo ha entendido Entel, compañía que viene desde hace dos años implementando un plan de reciclaje de teléfonos celulares y sus accesorios en desuso, proyecto con el cual solo durante el año pasado logró recaudar 4,35 toneladas de equipos móviles y accesorios.
Según Manuel Araya, gerente de Regulación y Asuntos Corporativos de Entel, esta normativa es “una oportunidad que tenemos para cambiar nuestra cultura de reciclaje”. Sin embargo, sostiene que el desafío más importante estará en cambiar “los hábitos tanto de las empresas, sus colaboradores y, por cierto, las costumbres de los consumidores, por lo que debemos crear conciencia en todo ámbito”. Pese a reconocer estas dificultades, sostiene que “estamos muy optimistas de que el proceso regulatorio que resta para la implementación completa de la ley será realizado de forma colaborativa”.