Antofagasta es la región con más basura en sus playas
Investigación realizada por U. Católica del Norte y estudiantes de todo Chile, revela un preocupante aumento de residuos.
Plásticos, colillas de cigarro, envoltorios de dulces, latas de bebidas.
No hay chileno -o extranjero- que no se haya topado con uno estos residuos en la arena o el mar de nuestras playas. Por esta razón es que en 2007, la Universidad Católica del Norte (UCN) creó el programa Científicos de la Basura, una iniciativa liderada por biólogos marinos que se ha convertido en uno de los más grandes proyectos de ciencia ciudadana, al incorporar -a través de talleres y trabajo en terreno- a escolares y profesores de todo el país en investigaciones científicas.
La última de ellas es el Tercer Muestreo Nacional de la Basura en las Playas, financiado por la embajada de EEUU, que por primera vez permitió hacer un diagnóstico global al permitir comparar datos con los estudios anteriores de 2008 y 2012.
Los resultados no son nada alentadores: el promedio de basura nacional en nuestras playas es de 2,2 unidades de basura por m2, lo que revela un aumento respecto a las mediciones de los años 2008 y 2012, cuando se obtuvieron promedios nacionales de 1,4 y 1,7, respectivamente.
Se trata de desechos que no sólo afectan visualmente el entorno, sino que terminan siendo confundidos como alimento por peces, aves o mamíferos marinos. Un dato: un estudio del Imperial College de Londres (Reino Unido) sobre aves marinas reveló que el 80% tiene residuos de plástico en sus estómagos.
De todas las regiones, Antofagasta es la que reporta mayor cantidad de basura en las tres mediciones: 8,67 unidades de basura por metro cuadrado en 2008, 11,43 en 2012 y 12,96 en 2016. Muy por sobre el promedio nacional.
Un hecho, que según el doctor en Oceanografía de la UCN y líder de la investigación Martin Thiel, puede deberse al mayor poder adquisitivo de sus habitantes, lo que genera más compras y más basura. Además, añade, la mayor población volátil por trabajo en mineras, lo que impide sentido de pertenencia, también es un factor, que se suman a la costumbre de acampar en las playas sin el cuidado de llevarse la basura (que se da en todo Chile) y que el gran turismo no está en las playas de la Segunda Región, sino que hacia el interior, como San Pedro de Atacama y por ende, todos los esfuerzos están enfocados en esas zonas.
Antofagasta no es la única región con malos índices. BíoBío también está sobre el promedio nacional (2,3) y El Maule sube de 0,73 en 2008 a 1,79 en 2016.
Para este estudio se catastraron 39 playas representativas del país, las que fueron muestreadas por 750 escolares, 47 profesores y 19 monitores de todas las regiones, siguiendo las indicaciones de los científicos (ver infografía).
Los cambios que ayudan
Aunque el problema aumenta 20% cada cuatro años aproximadamente, Thiel cree en los esfuerzos que se están haciendo y asegura que éstos deben redoblarse.
Se refiere a las campañas de limpieza de playas que retiran unas 60 toneladas de basura al año en Chile, las comunas que han sacado ordenanzas para desincentivar el uso de bolsas plásticas y especialmente la Ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor, que se aprobó este año. “Esta última iniciativa es muy importante, pero va a tomar un tiempo para ver sus frutos. Ahora, sin estas cosas, posiblemente el escenario sería peor”, señala.
Otro dato que arroja el estudio es que los desechos tienen origen local y por lo tanto la solución está dentro de la propia región. “En países asiáticos, una parte importante de la basura viene del extranjero y para solucionar el problema deben ponerse de acuerdo con otros países. En Chile, cada región es el foco de su propio problema. Lo que se haga a nivel local va a repercutir positivamente en la misma región”, dice el experto.
En este contexto, al menos hay una buena noticia: la comuna de Antofagasta y Calama buscan sumarse en 2017 a las comunas del país que desincentivan el uso de bolsas plásticas. Un primer paso.