Centro Nacional de Arte Contemporáneo se inaugurará el jueves
Con una gran muestra que aborda los últimos 50 años del arte contemporáneo creado en nuestro país, abre en Cerrillos este cuestionado nuevo espacio del Consejo de la Cultura.
Para los artistas, si el Fondart les ha permitido construir aviones, hacía falta un lugar para impulsar el despegue y aterrizaje. “El Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos llena un vacío en un sector donde se podrá construir una política pública en torno a las artes visuales desde un lugar físico con un valor histórico y simbólico”, asegura el ministro de Cultura, Ernesto Ottone.
El centro, que se inaugurará el jueves con una gran exposición de arte contemporáneo chileno, profundiza las líneas de trabajo desarrolladas durante 26 años por la Galería Gabriela Mistral, el último espacio estatal creado exclusivamente para esta área. “Su misión y función será promover y estimular la creación, reflexión y comprensión del arte contemporáneo”, afirma Ottone.
La experimentación, la investigación y la educación son parte integral del proyecto. “Este centro nacional es un laboratorio vivo que funcionará en relación directa y dinámica con los habitantes de la comuna de Cerrillos, que estará abierto a toda la ciudadanía y tendrá los estándares necesarios para poder trabajar asociativamente con los diversos museos y espacios de arte, públicos y privados; regionales, nacionales e internacionales”, enfatiza.
Respecto a su “rentabilidad social”, el ministro asegura que habrá público para el centro. “Está ubicado en un terreno que corresponderá a la Ciudad Parque Bicentenario de Cerrillos, cuyo plan urbano es el más relevante de la Región Metropolitana. De acá a los próximos 20 años considera la construcción de casi 17 mil viviendas, con un gran parque central y la habilitación de un nuevo polo cultural; con el Museo de Aeronáutica, los terrenos recién entregados al Museo de Historia Natural, y el Centro Cultural Lalo Parra”, destaca Ottone.
Actualmente, la comuna tiene casi 80 mil habitantes y, gracias a la Línea 6 del metro, en 2017 estará a 23 minutos de Providencia.
-¿Por qué se crea un nuevo espacio, en vez de reforzar el Museo de Arte Contemporáneo, MAC?
“El MAC pertenece a la Universidad de Chile, y si bien es del Estado, tiene lógicas institucionales independientes y autónomas. Además, están los otros espacios museales, que se están trabajando en paralelo. De los 24 museos de la Dibam a lo largo de Chile, cuatro se dedican a las artes visuales, así como el 12 % del total de 260 museos, públicos y privados. Entonces, el centro nacional lo que hace es generar una confluencia, dentro de un mismo espacio, donde se pueda producir un debate integrado entre la sociedad civil y los artistas visuales”.
El edificio del centro fue entregado en comodato al Consejo de la Cultura por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el que invirtió $1.429 millones para su conservación y habilitación para usos culturales. Respecto al juicio que afectaba a los terrenos, desde el Minvu aclaran que no hay litigios pendientes: “Hoy, el plano regulador metropolitano de Santiago 80, que le entrega normativa al sector, está vigente”.
Lo visual y narrativo
Vicente Huidobro, siempre adelantado a su tiempo, es el punto de partida de la interesante curatoría, dirigida por Camilo Yáñez, para la exposición inaugural del Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos. “Las artes visuales nacionales han estado, desde Huidobro, profundamente ligadas a la palabra”, afirma Yáñez.
“Una imagen llamada palabra”, que se extiende hasta el 30 de enero, es una selección de obras de autores emblemáticos, que abordan la relación texto/visualidad. Fueron creadas entre 1967 -cuando Cerrillos deja de ser el principal aeropuerto de Santiago- y la actualidad.
Si esta curatoría incluye obra creada por Huidobro a comienzos de los años 20, es porque él intentó editar en ese entonces un álbum de poemas pintados, llamado “Salle XIV”, pero no lo logró. El proyecto recién se concretó en 2001, en Madrid, cuando el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la Fundación Huidobro efectuaron una edición serigráfica. Si el autor del Creacionismo demoró casi un siglo en obtener reconocimiento para lo que Camilo Yáñez califica de “un hito en la historia de la poesía y la plástica modernas”, quienes están creando este centro saben que no cosecharán resultados inmediatos.
El arte contemporáneo no siempre es de fácil comprensión, e implica interactuar con el público. “Si aquí llegan personas preguntando ‘¿qué es esto?’, y con nuestro programa de mediación logramos contestarles, creo que estaremos cambiando la historia del arte en Chile, el país con menos espacios expositivos en Latinoamérica”, afirma Yáñez.
La muestra incorpora desde obras creacionistas de Huidobro, que en el tiempo conducen a la “Escritura en el cielo”, de Zurita, hasta figuras retóricas dispuestas en una instalación con mecanismos ópticos de proyección de Gonzalo Díaz, pasando por piezas clave de Eugenio Dittborn, José Balmes, Gracia Barrios, Carlos Leppe, Iván Navarro, Pablo Langlois, Mónica Bengoa, Fernando Prats, Lotty Rosenfeld, Alicia Villarreal, Paz Errázuriz y Cecilia Vicuña, entre otros, incluyendo piezas inéditas.