Atacama pone sus fichas en el turismo
Proyectos de mejoramiento, como el Pan de Azúcar y el Museo Mina San José, que albergó a los 33 mineros, lideran inversión de más de $ 1.000 millones.
La caída sostenida en el valor de los metales sigue golpeando a la Región de Atacama, por lo que sus sectores productivos han debido reorientar y diversificar sus esfuerzos. Y con miras a los activos más cercanos. Ahí, el turismo aparece como una opción clara de crecimiento. Tanto que el sector público ya propicia iniciativas por más de $ 1.000 millones.
Uno de los proyectos más ambiciosos es el Parque Nacional Pan de Azúcar, donde se están realizando obras de mejoramiento de la infraestructura turística, las cuales, según se informó, estarían finalizadas durante el primer trimestre de 2017, por un monto de $ 360 millones.
El Museo de Sitio, en la mina San José, aquella de “Los 33”, cuyo diseño ya está terminado y tuvo un costo de $ 30 millones, es otro de los planes que se relacionan con la valorización del destino en esta zona que está trabajando el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) de Atacama. “Es una forma de destacar el patrimonio minero de nuestra región, además de poner en valor el rescate de los mineros, que se convirtió en un hito mundial. Esta es una de varias iniciativas que hemos logrado articular con los servicios públicos para que inviertan en turismo”, señala Daniel Díaz, director de Sernatur Atacama.
Otro de los proyectos innovadores que se están desarrollando es Atacama Go, una aplicación para dispositivos móviles que entregará recomendaciones de servicios turísticos de la región, proporcionando datos personalizados según el lugar en el que se encuentre el usuario. La iniciativa contempla una inversión de $ 150 millones, financiados con Fondos para la Innovación y Competitividad Regional (FIC).
También se trabaja en difundir el potencial de la región para el avistamiento de cetáceos en Chañaral de Aceituno. Para esto, hay programas sociales de Sernatur que permiten viajar en temporada baja de modo de romper con la estacionalidad turística. Esto, junto con los fondos de desarrollo regional de turismo en Alto del Carmen, conforman un total de doce proyectos turísticos que se están ejecutando actualmente en Atacama.
“Se está trabajando, pero falta mejorar el capital humano y los estándares de calidad. También un compromiso real de las municipalidades en lo que tiene que ver con promoción”, indica Ercio Mettifogo, presidente de la Asociación de Turismo de Atacama (ATA).
Respecto de los privados, el Hotel & Casino Antay -el único cinco estrellas que existe en la región- desarrolló el tour operador Alaya. El servicio pretende articular la oferta turística especializada, poniendo su foco en el turismo patrimonial minero. “La hotelería se está moviendo actualmente en un 35% de ocupación, cuando con el ‘boom minero’ estábamos acostumbrados a cifras cercanas al 80%”, dice Luigi Giglio, gerente general del Antay.
Agrega que “el turismo es una actividad transversal que puede aportar mucho trabajo y divisas a la región, independiente de los vaivenes del sector minero. En estos tiempos difíciles se nos abre esta oportunidad de mirar hacia otras actividades y el turismo es una de ellas; de hecho, es la única que sigue creciendo a nivel mundial, en el orden del 4%”, agrega Giglio.
Daniel Llorente, presidente de la Corporación para el Desarrollo de Atacama (Corproa), destaca que “la región es un gran destino, pero ese potencial requiere de apoyo logístico. En esa línea, una operadora regional de categoría es un gran avance y muestra el empuje de la empresa privada y su compromiso por la región”.