Parque Rapa Nui pasa a manos de pascuenses
En un hecho inédito en Isla de Pascua, la etnia rapanui se hará cargo de proteger los más de 25 mil vestigios arqueológicos del lugar y gestionar los mil millones de pesos en ingresos que genera esta reserva.
Desde el lunes pasado, los turistas que ingresan al Parque Nacional Rapa Nui, en Isla de Pascua, ya no le pagan las entradas a los guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) para ingresar a esta reserva. El cobro lo realizan los miembros de la comunidad indígena Ma’u Henua que se hizo cargo de coadministrar, por un año, esta área protegida tras firmar un acuerdo con la Corporación en agosto.
“Para nosotros esto es algo nuevo, algo histórico porque vamos a administrar nuestra herencia ancestral que son nuestros más de 25 mil vestigios arqueológicos que existen en la isla que todos estos años han estado en estado de abandono y deterioro continuo”, dice Camilo Rapu, presidente de Ma’u Henua.
Hetereki Huke es arquitecto y ha desarrollado investigaciones patrimoniales en el parque que ocupa cerca del 40% de la isla. Explica que el patrimonio arqueológico no solo se concentra allí sino que está presente en todo este territorio insular.
A su juicio, los factores que aceleran su deterioro son la exposición de las estructuras a la intemperie, el paso de vacas y caballos, la acción de los turistas y el crecimiento urbano.
El Parque Rapa Nui recibe unos 65 mil turistas en promedio al año y se ubica entre los más visitados del país, según Aarón Cavieres, director de la Conaf.
Cavieres, quien firmó el convenio de coadministración en agosto con Ma’u Henua explica que este instrumento permite que la comunidad comparta la administración de uso público del parque, haciéndose cargo de las tareas vinculadas al acceso y manejo de la visitación de las áreas de uso público. Conaf, en tanto, se preocupará de la biodiversidad del lugar y el control de incendios, entre otras funciones.
El plan de acción inicial con la comunidad busca pasar de 5 sitios de visitación habilitados, como Rano Raraku o Tahai, a 25 sitios con presencia de personal que atienda al visitante sin afectar la conservación del patrimonio arqueológico.
“Existe consenso de todos los involucrados, en que el traspaso de competencias es un proceso que, para que sea exitoso, debe ser paulatino”, advierte Cavieres.
Rapu, en tanto, advierte que aspiran a la administración total del parque el próximo año, antes que la Presidenta Michelle Bachelet deje su cargo. Por eso pidieron expresamente que se incluyera en el convenio de asociatividad parte del discurso que hizo la mandataria el 30 abril pasado, en el que señala que seis meses antes que termine el gobierno hará una evaluación y el traspaso del parque.
El presidente de Ma’u Henua agrega que en promedio son $1.200 millones los que ingresan al parque por concepto de entradas, las que cuestan $30 mil para extranjeros y $10 mil para nacionales.
“Todo se puede reinvertir en la mantención y conservación, porque Conaf destinaba antes los fondos a la parte operativa”, asegura Rapu, quien advierte que el precio podría subir a US$80 para extranjeros y US$20 para turistas nacionales, $52 mil y $13 mil respectivamente, a raíz de un acuerdo que están heredando de la Conaf con la Comisión de Desarrollo de Isla de Pascua (Codeipa).
La presidenta de la Codeipa, Anakena Manutomatoma, señala que desde julio están analizando este tema con la Corporación y la cámara de turismo. “Si hay un alza de las tarifas es para mejorar todo dentro del parque y entregar al turista un mejor servicio”, plantea.
El manejo conjunto de áreas protegidas, como en este caso, se promueve a través de tratados internacionales y será parte de la discusión del futuro Servicio de Biodiversidad.