Seis ciudades chilenas entre las 20 más contaminadas de América
El uso de leña es uno de los factores que coloca al país en ranking de la OMS. Experto advierte contradicciones para frenar su uso, pero desde el gobierno dicen que “los cambios no ocurren de la noche a la mañana”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió ayer un informe en el que advierte que el 92% de la población del planeta vive en áreas donde la contaminación del aire supera los límites establecidos por el organismo.
En el caso del material particulado fino más peligroso para el ser humano (MP 2,5), la recomendación es de 10 microgramos por metro cúbico de aire al año, en promedio. En Chile, de las 23 ciudades que aparecen en el reporte, 22 se encuentran sobre ese límite, según los datos recogidos hasta el año 2014, solo Punta Arenas está dentro de lo recomendado.
Coyhaique, Padre de las Casas y Osorno, en ese orden, aparecen en los primeros lugares a nivel nacional. Coyhaique, además, mantiene el título con la peor calidad del aire de América con 64 microgramos por metro cúbico, cifra que más que triplica a Visalia (California), que es la más contaminada en EE.UU, según el informe de la OMS.
Asimismo, la capital de la Región de Aysén presenta índices más elevados que Lima, Ciudad de México, Buenos Aires, que superan con creces los 60 mil habitantes de esta ciudad del extremo sur del país. Patricio Pérez, doctor en física y experto en modelos de contaminación ambiental y atmosférica de la U. de Santiago, explica que el uso intensivo de leña para calefacción, las bajas temperaturas, las condiciones geográficas que encierran a la ciudad y la mala ventilación, generan el fenómeno.
Pérez dice que el mensaje del gobierno es contradictorio en esta materia, porque el plan de descontaminación para Santiago contempla para 2017 la prohibición total del uso de leña, mientras que para las regiones se promueve solo el uso eficiente de este combustible.
“El mensaje que transmite en el sur es que la leña no es tan mala, sino que usarla eficientemente, pero para Santiago aunque se use eficientemente no es recomendable. Entonces ¿en qué quedamos?”, dice el investigador, quien agrega que los niveles de contaminación siguen altos pese a este uso eficiente.
Medidas
El subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, dice que “esto no tiene que ver con un doble discurso, sino que con la realidad de que los cambios no ocurren de la noche a la mañana”. Agrega que en Santiago esto se puede hacer porque es una minoría la que ocupa leña, en cambio, la situación es distinta en el sur, donde promueven el recambio de calefactores y la aislación térmica de viviendas.
Mena agrega que unos 10 millones de personas en Chile viven por sobre la norma de la OMS, pero que ya hay 14 planes de descontaminación para distintas ciudades. En el caso de Coyhaique, asegura que ya se ha reducido en 20% la contaminación desde el año 2014.
Carlos Dora, coordinador de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, explica que el uso de la electricidad y el gas son buenas alternativas a la leña, pero agrega que las soluciones dependen de cada país, los que además deben medir sus niveles de contaminación.
En esta línea, Mena afirma que una de cada ocho estaciones de monitoreo de América Latina está en el país. “Chile tienen una sobrerrepresentación de medición de calidad del aire por sobre el promedio. En muchos países vecinos solo tienen una estación”, explica.