El bastión más codiciado
[Comuna Clave] Considerado un municipio estratégico, el resultado en Santiago podría incidir en el desarrollo de la carrera presidencial.
“Llegó un momento en que había tanta gente arriba del balcón, que el balcón se quebró”. Corrían los primeros días de noviembre de 2012 y, con esas palabras, el entonces alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett (UDI), lamentaba la derrota que había sufrido a manos de la actual edil, Carolina Tohá (PPD), en las elecciones municipales de octubre de ese año.
Al aludir al balcón, Zalaquett se refería a la polémica que se produjo dentro de la centroderecha los días previos a esos comicios, cuando se discutía si el entonces ministro Laurence Golborne -por esa fecha, la carta presidencial mejor posicionada de la Alianza- debería o no acompañar al alcalde a celebrar su reelección en el balcón de la Municipalidad de Santiago.
Aunque esa celebración nunca se produjo -Zalaquett perdió y el episodio pasó a la historia como “el balconazo”, una suerte de recordatorio para no celebrar los triunfos electorales antes de lograrlos-, la controversia por quién lo acompañaría en el balcón del Palacio Consistorial la noche de la elección refleja la importancia que tiene la alcaldía de Santiago para el mundo político.
Esto, no sólo por la relevancia de ser la comuna capital del país, la que alberga a prácticamente la totalidad de los ministerios y servicios públicos más relevantes -además del propio Palacio de La Moneda-, sino que también por la tribuna política y mediática que da el cargo a quien lo ostenta. Por esos y otros factores, se considera a esta comuna de una importancia estratégica; un bastión codiciado por el oficialismo y la oposición.
No fue casualidad que, tras perder la elección presidencial de 1999 contra Ricardo Lagos, Joaquín Lavín eligiera este municipio -en el que resultó electo en 2000- como la plataforma a través de la cual podría, además de mostrar capacidad de gestión, pavimentar su camino hacia una postulación presidencial en 2005.
Aunque sus opciones de llegar a La Moneda se vieron posteriormente truncadas tras la irrupción de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, la alcaldía le permitió mantener su nombre vigente en la opinión pública.
Luego de Lavín, entre 2004 y 2008 el municipio quedó en manos de Raúl Alcaíno, quien hace apenas dos meses dejó abierta la posibilidad de competir en la elección presidencial de 2017, en el hipotético caso de que Piñera no se presente.
Tras Alcaíno, en 2008 asumió Zalaquett en la alcaldía, quien intentó retenerla sin éxito en 2012, cuando fue derrotado por Tohá, quien, por ese entonces, se perfilaba como una de las figuras presidenciables del PPD. El triunfo de Tohá en Santiago permitió -según admiten en la oposición- preparar el ambiente para el regreso de Michelle Bachelet en 2013. Y podría, además, incidir fuertemente en el desarrollo de la carrera presidencial para 2017.
Hoy, la actual edil es quien tiene el desafío de retener el municipio, enfrentando a un Felipe Alessandri (RN) que logró imponerse en encuestas ante el propio Lavín. Mientras Tohá ha realizado varias actividades con autoridades de gobierno -ministros y Presidenta incluidos-, Alessandri ha recibido el apoyo explícito del ex mandatario Sebastián Piñera.