Licitan reforzamiento estructural de la Basílica del Salvador
Templo permanece cerrado desde 1985:
El proceso coincide con la reanudación de las actividades pastorales de esta iglesia.
En la esquina de Huérfanos con Almirante Barroso se emplaza una joya arquitectónica, que a la vez ha sido el símbolo del más preocupante abandono patrimonial.
Se trata de la Basílica del Salvador, templo católico que se elevó como una de las iglesias más trascendentales de Santiago en la década de 1940.
Desde allí no solo partía la procesión anual de la Virgen del Carmen, sino que, por sus dimensiones, era una de los pocas iglesias capitalinas -además de la Catedral Metropolitana- capaz de recibir a más de tres mil personas.
Pero el terremoto del 3 de marzo de 1985 marcó un antes y un después para el templo, que quedó dañado y sumido en el abandono.
Desde entonces se realizaron campañas destinadas a su restauración, que poco fructificaron. De hecho, el 27-F fue otro golpe sensible para la estructura de estilo gótico, que en 2010 ya estaba siendo intervenida por el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Fue necesario entonces llevar a cabo un diseño de estabilización estructural nuevo, el que acaba de entrar en su fase de licitación.
Con ello, no solo se resguardará al templo de un eventual derrumbe, sino que además se pretende dar cierta tranquilidad a los vecinos que viven junto al deteriorado inmueble religioso.
La ejecución de esta etapa implica una inversión cercana a los $2.030 millones, financiados por el MOP, la Subsecretaría de Desarrollo Regional y el Gobierno Regional Metropolitano.
“Este es un paso trascendental para el rescate de este emblema de Santiago, el cual ha sido posible gracias al trabajo conjunto de distintas instituciones del Estado, así como también con organismos privados. La Basílica del Salvador es un vestigio patrimonial inigualable, por su arquitectura única en nuestro país, su larga data de existencia y haber albergado parte importante de la historia de Chile”, dice el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, quien anticipa que la apertura técnica de esta licitación será el próximo 4 de noviembre, y la económica, el 11 del mismo mes.
La ejecución de las obras se estima en un plazo de 360 días y se prevé que estén listas el primer trimestre de 2018, fecha en que debería iniciarse una restauración definitiva.
El hito coincide con la reanudación de las actividades pastorales, aunque por ahora se desarrollan en una casa cerca de la basílica en la calle Huérfanos.
“Este era un paso que estábamos esperando. Ya hay cinco empresas interesadas, y como además se reinician las actividades pastorales, estamos más que felices”, valora Bernardita Soto, gerenta general de la fundación Basílica del Salvador.