Restricción por congestión: surgen dudas por tecnologías de control
Según especialistas, Transportes no alcanzará a instalar sistemas para fiscalizar patentes
Prohibición para circular implicará revisar a diario a 219 mil autos, para lo cual la cartera cuenta hoy solo con un centenar de funcionarios. Advierten que se podría generar desacato a la medida.
Un poco más de cien fiscalizadores tiene el Ministerio de Transportes para verificar si los automovilistas cumplen con la restricción vehicular. Hasta este invierno, la medida se activaba solo en días de preemergencia y emergencia ambiental para catalíticos, con un alto desacato, según expertos. De acuerdo a un balance que realizó Transportes en julio, había un promedio de 610 partes por día.
La situación podría agravarse desde el 1 de mayo próximo, con el debut de la nueva restricción vehicular a catalíticos. A diferencia del sistema actual, esta se activará permanentemente para más de un millón de autos (el 62% del parque, los fabricados hasta el 1 de septiembre de 2011). Así, todos los días, los cien fiscalizadores deberán controlar a 219 mil vehículos que circulen en todo el Gran Santiago.
En su tarea, los funcionarios no solo deberán fijarse en el último dígito (para ver si coincide con los dos restringidos por día), sino que deberán ver si tienen cuatro letras antes de los dígitos (para confirmar si los autos fueron inscritos después de 2007) y si estas letras comienzan con C, un signo del año 2012. Así, la tarea demorará más que la actual revisión visual.
El ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, dijo, sin precisar fechas ni mecanismos, que implementará un sistema tecnológico en cámaras fijas o móviles. “En los próximos meses esperamos tener un proyecto desarrollado”, afirmó escuetamente.
La complejidad del sistema ya era advertido por autoridades, como el intendente Claudio Orrego, cuando se anunciaron las primeras medidas del plan (ver página D11, en el Cuerpo de Reportajes). Sin embargo, los especialistas son escépticos frente al anuncio, debido al poco tiempo que queda (siete meses) para que debute la nueva restricción y las demoras que implican las compras públicas, tomas de razón de Contraloría y otros trámites exigidos por el Estado. “No hay posibilidad de que alcancen a hacer algo, al menos no en la partida, y eso es preocupante por los efectos que eso tiene”, dice Raimundo Cruzat, experto en transportes y ex coordinador del Transantiago.
Concuerda el especialista del Centro de Estudios Públicos (CEP) Slaven Razmilic: “Fiscalizar ahora va a ser más complejo y costoso. Si no se ponen esfuerzos en eso, los usuarios van a comenzar a jugar con la posibilidades y no acatarán la medida. Se requiere tecnología para una correcta fiscalización y para que la restricción se diseñe de mejor forma, por tecnología de emisiones y por antigüedad. Como vemos, es difícil que eso esté listo en tan poco tiempo”, afirma.
Medida irreversible
Además de las dudas en torno a la fiscalización, los expertos cuestionan el criterio utilizado para demarcar el 2012 como límite para los autos catalíticos exentos y afectos a la restricción.
El Gobierno justificó el corte temporal en la entrada en vigencia de las tecnologías de emisión Euro IV para bencineros y Euro V para diésel.
El especialista en contaminación atmosférica de la UC Luis Cifuentes, dice que la división es un desacierto que es difícil remediar. “Las emisiones de un auto bencinero de 2006 son menos de la mitad que un Euro V diésel vendido hoy. Esto va a generar un incentivo a la renovación que hará aumentar más rápido el parque vehicular, porque se adelanta la decisión de compra”, asevera, y enfatiza que como decisión “es irreversible porque luego no será fácil decirle a una persona que compró un diésel de 2015 que su auto queda restringido porque es más contaminante”.
EfectosFalla comunicacional. Para el especialista Raimundo Cruzat, el Gobierno cometió un error al dar como un hecho que los afectados por la restricción paralizarán 16 días en el invierno. “A diferencia de hoy, en que hay incertidumbre, decir que en 16 veces habrá una restricción da certezas que reafirman la decisión de una familia de comprar sí o sí un segundo auto, y ese es un efecto indeseado de esta medida por los efectos que tiene para la ciudad”.