Transantiago tiene recorridos que llevan 16 pasajeros y otros que alcanzan los 9.175
Contrastes entre los 377 servicios del sistema muestran espacios para corregir la malla en la relicitación de 2017:
Informes solicitados por la Ley de Transparencia constatan las diferencias dentro del diseño del sistema: mientras hay buses que circulan a lo largo de 97 kilómetros, otros solo recorren 3,7 km.
El accidentado inicio que tuvo el Transantiago, en 2007, con buses repletos de pasajeros, marca hasta hoy la imagen recurrente que evoca el sistema. Pero en los intersticios de la compleja malla de 377 recorridos se esconden detalles más complejos que demuestran los profundos contrastes del transporte público capitalino.
Según una serie de informes solicitados por “El Mercurio” a través de la Ley de Transparencia, una de estas diferencias dice relación con la cantidad de pasajeros transportados. Mientras un servicio icónico del sistema, como el 201 de Subus, registra 9.175 validaciones de la tarjeta bip! en promedio durante la hora punta mañana, el C23 de Redbus, que recorre Lo Barnechea, solo lleva a 16 pasajeros (que validan) en el mismo horario.
¿Es rentable para el Transantiago mantener un servicio con tan baja demanda? ¿Puede ser absorbido por otro? Responde Guillermo Muñoz, director de Transporte Público Metropolitano: “Si bien todos los recorridos están sujetos a cambios, el rendimiento en cuanto a pasajeros transportados de un servicio, como por ejemplo el C23, no necesariamente implica que sea una mal servicio. Esto, debido a que todos los recorridos que circulan por el sector transportan, en total, a más de 13 mil personas diariamente, lo que da cuenta de un número importante de pasajeros que se mueven en Lo Barnechea. A su vez, estos servicios cumplen un criterio social, ya que permiten el traslado de trabajadores de diversos rubros, como obreros o trabajadoras de casa particular, a estos puntos de la comuna”, explica.
También la malla del Transantiago evidencia otras brechas: el nuevo servicio 712 de STP (que absorbió el 112 de Alsacia) recorre en total 97 kilómetros entre Puente Alto y Huechuraba. Su extensión podría contener fácilmente 26 veces a los breves 3,7 kilómetros que recorre el 350C de Vule, creado en octubre del año pasado.
También existen abismos entre las flotas: si el 301 de Vule (Independencia-San Bernardo) cuenta con 25 buses para cumplir su servicio, el J06 de Metbus cuenta con dos para cubrir el trayecto entre la estación del metro Pajaritos y Pudahuel.
El ex coordinador de Transantiago, Raimundo Cruzat, cree que aún hay espacios para introducir muchas mejoras y cambios a la malla, pero esa decisión tiene un alto costo. “La gente aprendió a moverse con una dinámica basada en los recorridos de 2007, pero si se tira el mantel y el sistema se arma desde cero con la información actualizada de la tarjeta bip! y la última encuesta origen-destino, se llegaría a una malla más eficiente”. Añade, de todas formas, que en términos financieros, “la mayor parte de la grasa del sistema se generó en 2012 cuando se redujeron los transbordos innecesarios. Hoy se podrían eliminar más, pero eso podría introducir conejeos innecesarios y afectar la calidad de servicios”, señala.
Falla original
Para el especialista en transportes de la Universidad de Chile Alejandro Tirachini, “la malla se ha ido acomodando sobre una que se diseñó erróneamente pensando en un sistema sin subsidios, con una red más chica y con menos buses”.
En cuanto a espacios para mejoramientos, plantea que los recorridos de baja demanda, “con menos de 100 o 200 pasajeros”, deberían operar con itinerarios, por ejemplo, de cada 15 minutos. “Eso permite bajar la frecuencia y los usuarios asignan de mejor forma su tiempo”. Añade que recorridos de mucha extensión pueden generar más “apelotonamiento” de buses, lo que termina por perjudicar la calidad del servicio”.
Otros datos
Expresos subutilizados
Entre los servicios con menos pasajeros, aparecen dos expresos: 316e (con 171 validaciones promedio en hora punta mañana) y 218e (195 validaciones). “Los expresos son, en general, los recorridos de mejor calidad. Que se utilicen poco debiese llamar la atención de las autoridades”, dice Cruzat.
Espacios de mejoras
Guillermo Muñoz dice que los próximos cambios a la malla buscarán mejorar la cobertura con nuevos enlaces con el centro histórico. Se intentará optimizar la intermodalidad o conexión directa al metro. Asimismo, se apuntará a eliminar viajes con más de tres etapas, y se optará por estandarizar horarios de operación e introducir más servicios con itinerarios.