Zona sur está a punto de registrar uno de los años más secos de toda su historia
Desde el Biobío hasta Aysén:
Aumento de incendios forestales, muerte de especies arbóreas y falta de agua en los pozos son algunos de los efectos que se avizoran.
Mayor recurrencia de incendios forestales, muerte de árboles por enfermedades asociadas a la falta de agua y pérdida de producción agrícola. Estas son algunas de las problemáticas que podrían afectar a la zona sur, como efectos inmediatos de la grave sequía que actualmente mantiene a ciudades tradicionalmente lluviosas, como Valdivia y Puerto Montt, con déficits de precipitaciones que -según datos de la Dirección Meteorológica- pueden llegar al 40% y al 52%, respectivamente.
La situación ha sido calificada como grave por diferentes especialistas, quienes advierten que el sur va camino a completar uno de los años más secos de su historia, por la duración del fenómeno y su extensión territorial.
Robert Brümmer, académico de la U. Austral, afirma que estamos frente a un año “extremadamente seco”, y para graficarlo toma el caso de Valdivia, su área de estudio.
“En un año normal a la fecha, en esta ciudad deberían haber precipitado alrededor de 2.000 mm. Sin embargo, hasta ahora se han registrado solo 950 mm. Esto implicaría que el año 2016 se constituiría en el más seco desde 1853, que es cuando Carlos Anwandter inicia los registros de precipitaciones acá en la zona”, dijo.
Fernando Santibáñez, bioclimatólogo y director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la Universidad de Chile, sostiene que “los pronósticos no son tan halagüeños para lo que viene”.
Según las cifras de Santibáñez, esta sequía extrema “no tiene precedentes, porque no hay otro caso en que lleguemos a octubre con 40% de déficit en Valdivia y 70% en Coyhaique”.
Los efectos más inmediatos, dice Santibáñez, se verán en áreas rurales que terminarán con sus pozos completamente secos.
Antonio Lara, investigador principal del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia (CR)2, y profesor de la U. Austral, advierte que esta falta extrema de precipitaciones podría significar la muerte de especies arbóreas por enfermedades asociadas a la falta de agua. “Lo vimos en 2014 con los coigües del área de Pucón, donde les aparecían unos manchones y luego morían”, dijo.
Sin embargo, lo más grave, a juicio de Lara, es el aumento de los incendios forestales. “El hecho de que estén el bosque y el suelo más secos, sumado a altas temperaturas, multiplicará el efecto”, afirmó.
Ministro: Déficit, no sequía
Frente a la situación, Patricio Crespo, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultora (SNA), llama a extremar los cuidados para proteger las producciones agrícolas y ganaderas, y expresa la necesidad de invertir en sistemas que almacenen el agua caída en el invierno.
“El país debe llevar a cabo obras que permitan guardar agua ante estos fenómenos. El sur tiene embalses naturales, los lagos, pero hay que utilizarlos”, dice.
El ministro de Agricultura, Carlos Furche, en tanto, sostiene que hoy el país está frente a un déficit, pero aún no ante una sequía. Pero si esta última se verifica, “nuestro principal instrumento de acción será Indap y la Comisión Nacional de Riego, con apoyos en forraje y recursos hídricos de emergencia”.
163 años
En 1853 se tomaron los primeros registros de precipitaciones en Valdivia.