Las innovaciones urbanas en el mundo: desde planificación con realidad virtual a agencias de arquitectos creativos
Chile llamó la atención con programa de barrios y reconstrucción
En la cumbre mundial ONU Hábitat III más de 70 países participantes mostraron sus modelos para establecer mejoras en las ciudades.
Los seis recintos en que se desarrolló la exposición de países en la ONU Hábitat III, en Quito, recordaban lo que producía la Fisa en los habitantes de Santiago en los años 80: traer un trozo de futuro que luce más real y alcanzable cuando se materializa frente a los ojos de los visitantes.
Pero en Ecuador las novedades se despliegan en avances tecnológicos e innovadoras políticas públicas que -según prometen- lograron un cambio sustantivo en la calidad de vida.
Por ejemplo, Corea del Sur exhibió dispositivos de realidad virtual que simulan cambios urbanos para prever formas de anticiparlos. O tecnologías como el Atlas de la Expansión Urbana, desarrollado por la U. de Nueva York, la ONU Hábitat y el Instituto Lincoln. Esta innovación -lanzada hace unos años- permite mirar el crecimiento de 200 ciudades y simular el consumo de suelo a medida de que población de una urbe aumenta.
Con más recursos en el despliegue de sus stands , los países europeos y asiáticos lograron captar la mayor atención. Alemania lució su concepto de “ciudades vivibles” que, por definición, deben dar oportunidades de trabajo, óptimas condiciones de habitabilidad y participación social. También su plan de adaptación al cambio climático, con programas para sensibilizar a la población y lograr evacuaciones a tiempo frente a los desastres naturales que trae el calentamiento global.
Israel presentó su programa “Retorno al barrio”, que supone una recuperación física de los vecindarios y su tejido social. Además, el plan “Agua urbana”, que impulsa su cancillería, genera un reciclaje hídrico desde el centro del país, que se transporta a la zona sur de Negev, la más afectada por la sequía.
El stand de Palestina detallaba el programa “Planificación territorial nacional (PTN)”, que recupera barrios en las provincias del norte y el sur con un corredor que las une. Incorpora un “uso óptimo de recursos, plan de protección del patrimonio cultural, además de una iniciativa de desarrollo de distritos: mejoras para próximos 16 años”. Y un plan de “e-municipios” obliga a 108 reparticiones a generar sistemas informáticos de trámites virtuales.
Ecuador mostró un innovador plan de reconstrucción (para su reciente terremoto en Manabí), destinado a las personas con discapacidad. El plan “Juntos por ti” recibe aportes de una mesa de donantes (personas naturales, instituciones internacionales). También, el programa de barrios de la alcaldía de Quito contempla originales mercados barriales en los cuales los vecinos venden artesanías, verduras que plantan en sus patios y otros bienes.
Argentina posee un plan de urbanismo para que “las calles tengan nombres y las veredas cuenten con iluminación”, una realidad habitual para cualquier nación desarollada, pero aún incompleta en el país vecino.
Además, a diferencia de los programas estatales chilenos, los planes trasandinos contemplan 456 mil microcréditos, que obligan a los beneficiarios a endeudarse para mejorar sus viviendas (pero a tasas preferentes). También detalla el mejoramiento integral de 225 localidades más vulnerables, la urbanización de villas y su gran objetivo: “que el 75% de los argentinos tenga cloacas y el 100% agua potable”.
En México, la “Autoridad del espacio público” es un pequeño grupo de arquitectos y urbanistas que buscan ideas para humanizar el espacio público. Algunas conocidas en Santiago, como los parques de bolsillo en sitios eriazos enclavados en zonas densas, el cierre de calles para bicicletas, y otras como sombrillas verdes para capear el sol y música en vivo para reactivar zonas sin oferta de entretención. El grupo se financia con el 30% de los ingresos de los parquímetros. También se destacan programas como “Un cuarto más”, que busca “abatir el hacinamiento” mediante la construcción de una pieza adicional en casas, además del plan “pintemos México”, que genera pintura en edificios de vivienda social con vistosos murales.
¿Y Chile? Recibió a decenas de visitantes interesados en sus planes de reconstrucción, sus tecnologías antisísmicas y el programa Quiero Mi Barrio. En el stand nacional, las personas podían jugar a imaginar una ciudad futura escribiendo sus ideas o informarse de planes de los ministerios que intervienen en la ciudad.