Todo por Gaudí: español divulga su obra incansablemente
Su propósito es que sea declarado santo
José Manuel Almuzara viajó a Santiago para hablar sobre el arquitecto. Lo invitó la U. San Sebastián.
Tenía 26 años cuando escuchó emotivas referencias a la obra y el pensamiento de Antoni Gaudí (1852-1926), en palabras de uno de sus discípulos. Y desde entonces, el español José Manuel Almuzara integra la lista de los grandes seguidores del arquitecto.
“Lo primero -recuerda- fue conocer a un profesional genial. Después descubrí que Gaudí no solo era así como arquitecto, sino también como cristiano; era alguien que nos podía ayudar a alcanzar la vida eterna”. Así, Almuzara -igualmente arquitecto- creó, en 1992, la Asociación Pro Beatificación Antoni Gaudí, que preside. Y además integra otras organizaciones, como The Gaudí Research Institute.
El español acaba de visitar Santiago, después de viajar a Perú y antes de ir a Colombia. Lo invitó la U. San Sebastián, donde ofreció la charla “Gaudí: arquitectura y naturaleza”, además de un conversatorio junto con María Paz Vial -autora de la obra teatral “Gaudí”- y el arquitecto Mauricio Baros. También estuvo en Colina 1 y en Rancagua para conocer el sitio donde se emplazará la capilla Nuestra Señora de Los Ángeles, que Gaudí diseñó y regaló a Fray Angélico Aranda en 1922.
“¡Qué milagro el de Rancagua! Es un trabajo maravilloso el que ha hecho la Corporación Gaudí de Triana. Partieron hace 20 años, y ahora solo faltan un par de trámites para que comiencen las obras de construcción, a fin de año. Como fuera de España no hay obras de Gaudí, esta capilla potenciará el turismo, el estudio y las peregrinaciones a la ciudad”, dice Almuzara. Y ahora, además, firmó para ser embajador del proyecto.
Arquitectura y fe
Después de la muerte de Gaudí, tras ser atropellado el 7 de junio de 1926 por un tranvía y llevado al modesto hospital de La Santa Cruz -nadie lo reconoció, debido a su pobre vestimenta-, sus discípulos y colaboradores, como J. F. Ràfols, recopilaron sus mandamientos, reflexiones y consejos, siempre vinculados al amor a Dios y al prójimo, al sacrificio generoso y al amor a la cruz, símbolo con que el arquitecto rotuló cada uno de sus edificios.
Todo eso es lo que Almuzara recuerda y comparte en sus expediciones, con las que busca promover la causa para que Gaudí sea declarado santo por el Vaticano. La asociación que encabeza ya cumplió el primer paso -el arquitecto es siervo de Dios-, y ahora esperan que se tramite su venerabilidad. Luego, vendrían la beatificación y la canonización.
-¿Qué falta para que sea beato?
“¡Solo un milagro! Pero pase lo que pase, o el tiempo que transcurra, lo importante es hacer ver en diversos países que la arquitectura de Gaudí es tan distinta a la usual porque está basada en la creación y en la naturaleza, algo que les interesa a todos. Da lo mismo que seas católico, ateo, budista. La belleza, como dijo Benedicto XVI, es la gran necesidad del hombre”.
-¿Por qué usted admira tanto a Gaudí?
“Gaudí decía que la creación continúa incesablemente, y él se sentía un colaborador de Dios. Construye, y en todo pone su sabiduría. Ràfols decía que, fuera de la fe, Gaudí siempre sería incomprensible. Las formas que propone en su arquitectura (epsoide, conoide, paraboloide) suenan complejas, pero están presentes en la naturaleza y el esqueleto”.
Gaudí recibió el encargo de la Sagrada Familia cuando tenía 31 años. Era de misa diaria y de sólida fe. Poco tiempo después inició un ayuno que lo tuvo al borde de la muerte, y siempre pedía limosnas para concretar la edificación del templo, que aún está en obras.
No obstante, hace un mes, el arquitecto a cargo de la construcción, Jorge Faulí, anunció que si se mantienen las donaciones y el ritmo de trabajo, la basílica estará lista en 2026. “La arquitectura registra un 70% de avance. Pero, personalmente, yo opino que debiese seguirse lo que pensaba Gaudí, quien decía: ‘Mi cliente no tiene prisa’. No pondría fecha, no correría”, concluye Almuzara.