Cathy Barriga gana batalla de Maipú: desbanca a Vittori por casi 5 mil votos
Con el 99,91% de los sufragios escrutados.
La Nueva Mayoría perdió la comuna con 554 mil habitantes. “¡Tenemos alcaldesa!”, exclamó la candidata electa, quien dijo que los resultados “hablan de que la gente necesita volver a creer”.
“Voy a llamar a mi suegro para felicitarlo”. Lo dice una alegre Catherine Barriga, hablando del recién electo alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín. En cuanto a su propia contienda, que fue virulenta y que incluso requirió guardia policial por supuestas amenazas de partidarios de su adversario, exclama: “¡Maipú tiene una alcaldesa!”. Y la gente la aplaude y la vitorea.
El triunfo de la candidata de Chile Vamos en la populosa comuna, con 554 mil habitantes, terminó con el reinado de la Democracia Cristiana. Con el 99,91% de los sufragios escrutados, consiguió el 36,15% (35.543 votos) frente al 31,32% (30.625) del edil Christian Vittori (ex DC), es decir, un margen de 4,83% (4.918 votos). Más atrás, con 17,15% (17.107), quedó Freddy Campusano (DC).
Desde 1992, con el alcalde Herman Silva, hasta ahora, restando el período del RN Roberto Sepúlveda Hermosilla (2000 a 2004), Maipú había sido un estandarte democratacristiano en la Región Metropolitana. Ello, pese a que Vittori compitió en estas municipales como independiente, luego de que en noviembre de 2015 renunciara al partido tras ser formalizado por asociación ilícita, cohecho, fraude al fisco, malversación de caudales públicos y lavado de activos, en el marco del caso Basura. De ese modo, la DC llevó como carta al consejero regional Freddy Campusano.
La aspirante de Chile Vamos, otrora llamada “Robotina” por su personaje en el programa “Maldita sea” (del extinto Canal 2 Rock&Pop) y también conocida por el espacio juvenil Mekano (Mega), se validó en su carrera municipal siendo consejera regional de Maipú, Estación Central y Cerrillos, elegida democráticamente y con amplia mayoría en 2014.
“Esto habla de que la gente necesitaba volver a creer”, dice Barriga, mientras la observan su marido, el diputado Joaquín Lavín León, y sus hijos Vicente, Joaquín y Romeo, de solo cinco meses.
“Aunque ustedes no lo crean, en la política hace falta mucho sentimiento, cariño, cercanía. Muchas gracias a Maipú por volver a creer”, dijo la electa alcaldesa, quien contó que ha trabajado desde los 15 años y que “soy orgullosa de mi presente, de mi pasado y de mi futuro. Estoy orgullosa de cada uno de los trabajos que he tenido en la vida”.
Cocinando “pastas a lo Vittori”
Maipú fue la comuna que dio los primeros cómputos ayer. Ocurrió a las 17:44, cuando comenzaron a dar los resultados de las mesas 162 y 161, que dieron la medida de cómo venían las cosas en esa batalla: en la 162 Barriga logró 37 votos; Vittori, 33; y Campusano, 23. Y en la mesa 161 Cathy sumó 36 y el actual edil, 33.
Luego de conocerse esas señales, en el Centro Deportivo de Maipú, donde estaba el comando del alcalde, languidecieron los rostros, comenzó a irse la gente y el candidato subió al segundo piso cortando abruptamente el entusiasmo que había lucido durante la jornada. Después de votar en el Colegio República de Guatemala, se había ido a las 12 a “un picnic con todos los ciudadanos en la Villa Italia Perlak”. Un lugar donde el alcalde hizo buena campaña “y la gente le había pedido que lo fuera a visitar”, dijo su vocero.
Una hora más tarde cocinó “pastas a lo Vittori” para todos sus encargados electorales.
Fue como la última cena.
Hasta desmayo provocó Barriga
La jornada de Barriga tuvo un tono diferente. Cuando fue a votar al Colegio Tomás Vargas de Maipú, mostró su espíritu ganador tomándose una selfie con su hijo mayor -que acaba de cumplir 18 años y votó por primera vez-, mientras afirmaba que “de este momento, Vicente no se va a olvidar nunca”. A la distancia la miraban su marido, con su guagua, Romeo. El del medio, Joaquincito, se quedó en casa.
Entre periodistas, camarógrafos y gente que la quería saludar se produjo una aglomeración que terminó con una mujer desmayada, y Barriga dándole los primeros auxilios. De ahí partieron a desayunar con la familia y luego se retiraron a su hogar. Después de almuerzo fueron al Templo Votivo de Maipú, simplemente a dar gracias. Más tarde se dirigieron al café del local 5 del edificio Centro Maipú, en la avenida Pajaritos 3195, donde se concentró el comando.
El diputado Lavín entraba y salía del local. Alguien le dijo: “Usted es el príncipe de Cathy”; y él, festivamente, respondió: “Y ella va a pintar la municipalidad de rosado”. Hablando del temperamento de su esposa, contó que “ella es firme”, y acotó que podía dar fe el intendente Claudio Orrego, con quien se reunían los cores.