Zarhi se mantiene en Ñuñoa y Molina reconoce que la gente castigó al oficialismo
Llegó al cargo en 2015, tras la renuncia de Pedro Sabat:
El actual alcalde atribuyó su triunfo a que la ciudadanía no lo ve como un político, sino que como un “servidor”. Votó cerca de un tercio del padrón.
“Para ser alcalde no se necesita un delantal, se necesita un overol, porque uno termina enterrado en esta labor”. Con esas palabras, el alcalde de Ñuñoa, Andrés Zarhi (ind.), explicó ayer su triunfo en las urnas, luego de obtener el 49,41% de los votos, lo que le permitirá estar a cargo de una de las principales comunas de la capital hasta 2020.
Sus palabras hacían referencia a su contendora, la médico y ex ministra de Salud, Helia Molina (PPD), quien alcanzó el 35,72% de las preferencias. “Me considero un servidor público y eso lo he demostrado porque mi trabajo como periodista durante 40 años fue en terreno, y aquí como alcalde, con mi overol, también estoy en terreno. Llevo doce años y la candidata (Molina) lleva dos meses”, aseguró.
Zarhi llegó al municipio en 2004, como concejal, y en octubre de 2015 asumió como alcalde, tras la renuncia de Pedro Sabat. Ahora, mantiene el puesto a través de las urnas. Sin embargo, la comuna también vivió el fenómeno de la abstención: votó cerca de un tercio del padrón.
“Con todas las cosas vergonzosas que han aparecido, de los políticos de todos los sectores, la gente cada día desconfía más. Hay una imagen generalizada de que todos son corruptos. Este es el castigo a la clase política”, reconoció el reelecto edil.
Para Helia Molina, el desinterés electoral fue el ganador de la jornada. Por la tarde reconoció su derrota, y afirmó que “además del alcalde Zarhi, el gran triunfo fue de la abstención. Me da mucha pena y lástima que en Chile tengamos tanta abstención, nunca me imaginé que íbamos a tener estas cifras”.
Además, planteó que “de alguna manera hay un castigo a la Nueva Mayoría y eso es real, a todo lo que incluye la Nueva Mayoría, al Gobierno. Aquí hay un juicio público”.
Así, descartó que en su resultado hayan influido otros factores, como el polémico viaje que realizó junto a la Presidenta Bachelet a la ONU, en pleno período de campaña. “No creo que una diferencia entre el 35% y el 50% tenga que ver con un viaje de 48 horas”, puntualizó.
Cristián Villarroel, candidato del Partido Ecologista, obtuvo cerca del 10% de los votos, destacó que su apuesta puso sobre la mesa “temas que están ausentes en otros programas, relativas a la sustentabilidad y a las modificaciones al plano regulador”. Y sobre la abstención, planteó que la clase política “tiene la gran tarea de generar más democracia, más participación, para que la gente se sienta representada. Esto da cuenta de que estamos al debe como sociedad”.
Reingreso a RN
La jornada de los candidatos comenzó temprano, con la votación en sus respectivos locales. Helia Molina lo hizo en el Colegio Santo Tomás y Andrés Zarhi en el Estadio Nacional, en la mesa 77v, donde paradójicamente perdió ante la médico PPD.
Esa sede de votación también fue testigo de la abstención, ya que en muchas mesas votó un tercio de los habilitados. Además, se registraron 41 reclamos de personas que llegaron al lugar y habían sido cambiadas de local.
Por la tarde, el alcalde se dirigió a su comando en avenida Holanda, donde se asomó a un balcón a saludar a la gente que poco a poco llegó a felicitarlo. Luego recibió el llamado del ex Presidente Piñera y, posteriormente, se encaminó junto a un grupo hasta el municipio, donde ingresó en medio de aplausos.
Hasta el lugar llegaron el diputado Felipe Kast (Evópoli) y el ex ministro Luciano Cruz-Coke. Y ahí, confirmó que reingresará a Renovación Nacional, partido al que renunció hace un año. “Lo tengo que conversar con el presidente y el secretario general del partido, para ver algunos temas que tenemos que avanzar previamente”, explicó.
La alta abstención fue interpretada por los candidatos a alcalde como un castigo ciudadano a las irregularidades en el financiamiento a la política: en Ñuñoa votó un tercio del padrón.