RM: alta demanda de bicicletas públicas obliga a congelar inscripción de socios
Medida regirá a partir del 1 de diciembre, debido a que el sistema llegó a su máxima capacidad operativa. Bike Santiago presentó un proyecto al gobierno regional para crecer de 10 a 24 comunas, con 500 estaciones y 7.500 vehículos.
En febrero de 2015, el intendente metropolitano, Claudio Orrego, celebraba la incorporación de Santiago a la red de bicicletas públicas de arriendo, que desde hace tres años comenzó a funcionar en Vitacura, Providencia, Ñuñoa y Lo Barnechea. Así, anunciaba el inicio de un sistema que llegaría cada vez a más comunas, posicionándose como una alternativa de movilidad sustentable para las personas y convirtiendo a la capital en una “ciudad pedaleable”.
Ha sido tal la popularidad de la red operada por Bike Santiago, que en un año pasó de tener 132 estaciones y 1.881 bicicletas en siete comunas, a 200 estaciones y 2.200 bicicletas en 14 municipios. Además, el número de viajes se triplicó, hasta llegar a los 3,7 millones, y la cartera de usuarios creció un 46% en este período, totalizando los 37.977 inscritos. (ver infografía).
Sin embargo, este éxito no ha estado exento de problemas, y las largas esperas por una bicicleta y la falta de reposición del vehículo en las estaciones en horas punta han provocado molestias y más de algún reclamo de los usuarios a través de redes sociales.
Según Bike Santiago, estas dificultades “se suscitan debido a la alta demanda que está llevando al sistema al límite de su capacidad operativa”, explica Alejandro Powell, CEO de Bcycle Latam, subsidiaria de la compañía especializada Trek Internacional. Según el ejecutivo, cada día se movilizan 15 mil personas y cada bicicleta tiene un promedio de seis viajes. “Esta es una tasa similar a ciudades como Barcelona, donde la red es tres veces más grande que la nuestra”, agrega.
Esta gran demanda ha presionado de forma tal al sistema, que la compañía decidió congelar la inscripción de nuevos usuarios de forma indefinida, a partir del 1 de diciembre, y elaborar una lista de espera. “Nuestra capacidad operativa solo permite 40 mil usuarios, y si queremos inscribir más, necesitamos que salga gente o que se concrete la inversión pública que el intendente ha comprometido (…). Hasta ahora, el sistema debe autosustentarse con los recursos del sponsor y de la membresía, ya que en Chile las bicicletas no se consideran como parte del transporte público, por lo que no reciben ningún tipo de subvención”, añade.
Proyecto
Así, Bike Santiago envió al gobierno regional un proyecto para concretar una alianza público-privada que permitiría ampliar y fortalecer la red de bicicletas públicas en la capital, ampliando a 7.500 vehículos, 500 estaciones y 10 nuevas comunas. Para esto requiere de una inversión de US$ 50 millones, de los cuales la mitad deberían provenir desde el Estado y el resto de su sponsor.
“El objetivo de esta primera licitación era establecer la red intercomunal y probar que era factible integrar territorialmente, aunque en algunas comunas solo cuenten con un número menor de estaciones. Ahora, lo que se busca es hacer crecer la red y eso solo se puede concretar como política pública”, asegura Powell.
Al respecto, la administradora regional de la intendencia, Gabriela Elgueta, señala que “estamos estudiando la propuesta de Bike Santiago. La respuesta final la tendremos una vez evaluados todos los aspectos y antecedentes, en los plazos que nos entrega la normativa para su análisis y estudio”.
En distintas comunas y organizaciones sociales, la evaluación del sistema es positiva y consideran “urgente” la participación del Estado. “Tenemos la obligación de garantizar la mantención y ampliación del sistema, por lo que el Estado debe hacer un esfuerzo (…). Esto no debe depender solo de quien esté en el puesto de intendente, esta es una demanda ciudadana”, afirma el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán.
Su par de Estación Central, Rodrigo Delgado, opina que “si hay inversión pública, espero que vaya a aumentar la cantidad de puntos en las comunas donde hay menos estaciones”.
En tanto, el coordinador de Movilidad Urbana del Municipio de Santiago, Miguel Olivares, dice que “la red se debe triplicar, para seguir consolidando este modo de transporte y, dentro de esa lógica, es necesaria la inversión pública”.
Mientras, la directora de Bicicultura, Amarilis Horta, cree que el sistema “ha demostrado ser un servicio necesario, útil y estratégico, que a nuestro juicio debiera ser urgentemente socorrido y apoyado con una fuerte participación del Estado. La solución no es congelar las suscripciones, sino fortalecer el sistema hasta hacerlo realmente regional e integrado al de transporte público metropolitano, vía tarjeta bip!”.
Otras medidas
Además del congelamiento de la cartera de usuarios, Bike Santiago ha implementado otras medidas para mejorar el sistema: se sumaron nuevos camiones para el traslado y reposición de bicicletas en las estaciones más demandadas, se pretende reducir de 200 a 50 la cantidad de vehículos que permanentemente están en mantención, y además se analiza establecer un período de espera para que un usuario pueda volver a utilizar una bicicleta cuando ha devuelto otra.
Asimismo, se busca la autorización para aumentar la cantidad de tramos de vías exclusivas que los camiones de reposición pueden utilizar en horas punta. “Gran parte del problema de disposición de bicicletas se explica porque están en un camión en el taco. Si pudiéramos utilizar vías exclusivas reduciríamos de 30 a cinco minutos la espera”, agrega el CEO de Bike Santiago.
Al respecto, el seremi de Transportes, Matías Salazar, afirma que “la normativa no incluye las bicicletas como transporte público (…), pero estamos abiertos a analizar si es debidamente justificado el uso de otras vías exclusivas y pistas solo buses por parte de la empresa”.