Plan de cambio climático del gobierno alerta alza de trastornos psicológicos, dengue y cólera
Ejecutivo aprobó ayer estrategia para enfrentar impacto del fenómeno en el área de la salud.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó ayer, en la cumbre del clima que se desarrolla en Marruecos (COP22), que 2016 está en camino a convertirse en el año más cálido en la historia del planeta. Según la OMM, la temperatura global en 2016 es 1,2 grados superior a los niveles preindustriales. “El calor del recalentamiento global seguirá”, dijo Petteri Taalas, secretario general de este organismo de la ONU.
Mientras se alertaba del nuevo récord en Marruecos, en Chile, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad daba luz verde al Plan de Adaptación al Cambio Climático para el sector Salud, en el que se advierte que la sequía y las precipitaciones extremas podrían generar el aumento de enfermedades diarreicas e infecciosas, así como un alza de lesiones y defunciones y trastornos psicológicos en el país.
Este plan responde a la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que prevé que el cambio climático causará 250.000 defunciones adicionales cada año en el mundo, por malnutrición, paludismo, diarrea y estrés calórico entre 2030 y 2050.
“Se busca implementar una táctica efectiva que prevenga el impacto generado por eventos producto del calentamiento global, que podrían empeorar la calidad de vida de la personas altamente vulnerables a los efectos del cambio climático”, dijo el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier.
Además del aumento de enfermedades diarreicas, se advierte sobre el aumento de enfermedades cardio-respiratorias y alérgicas, producto de sequías, y aumentos de temperaturas extremas. A su vez, el alza en la temperatura del mar y aguas continentales, impactarán en el alza de patologías asociadas a la bacteria que produce el cólera (Vibrio parahaemolyticus) y la floración de algas contaminantes.
Junto con definir qué tipos de enfermedades irán en alza, en el plan también se determina cuál será el impacto en las regiones (ver infografía). Por ejemplo, en la zona norte, los efectos asociados a la proliferación de vectores infecciosos, por aumento de humedad o sequía, impactarán en la distribución de enfermedades transmitidas por mosquitos (dengue, malaria), garrapatas u otros. En la zona centro, se prevén variaciones en la distribución de la rabia y el hanta.
La estrategia es parte de los nueve planes sectoriales que Chile desarrolla para enfrentar el calentamiento global, en el contexto de un Plan de Acción Nacional de Cambio Climático. A la fecha, se han aprobado los planes silvoagropecuario, de biodiversidad, pesca y acuicultura, y están pendientes los de infraestructura, ciudades, recursos hídricos, energía y turismo, para los próximos años.
El plan se compone de ocho ejes de acción para el periodo 2016 y 2020, que van desde fortalecer la institucionalidad sanitaria hasta reforzar la estructura de salud. Para cumplir con estas metas se propone la creación de una Unidad de Coordinación Ejecutiva para el Cambio Climático en el Ministerio de Salud.
Chile entre los 10 países más afectados del mundo
En el marco de la vigésimo segunda Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22) en Marrakech, Marruecos, fue presentado un nuevo reporte del Índice Global de Riesgo Climático elaborado por la organización alemana Germanwatch, y que ubica a Chile dentro de los 10 países más afectados por eventos meteorológicos asociados al cambio climático durante 2015.
El índice analiza los impactos cuantitativos de fenómenos meteorológicos extremos, tanto en términos de víctimas fatales como de pérdidas económicas y la ubicación se debe a las excepcionales lluvias ocurridas en el norte en marzo de 2015, donde se registraron más de 50 mm de agua caída en 24 horas, causando el desborde de los ríos Copiapó y El Salado. Los aluviones dejaron 28 muertos y más de 3 mil damnificados.
“Las tormentas convectivas, es decir, las como la tormenta de Atacama donde la precipitación ocurre a tasas más altas, van a ser más intensas por el cambio climático”, dijo Roberto Rondanelli, investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2). “La razón es que cuando la temperatura del planeta aumenta, se produce una mayor cantidad de vapor de agua en la atmósfera, lo que hace que las tormentas tengan más energía y las precipitaciones sean más eficientes”, dijo.