En cinco años, cámaras del Transantiago cursan hasta 20 veces más multas que fiscalizadores
Durante 2016 han registrado 328 mil infracciones a autos que invaden vías de buses, mientras inspectores llevan 17.683:
Sistema alista ingreso gradual de 245 dispositivos más, a partir del próximo mes. Estarán principalmente en el sector oriente de la capital. Con eso serán 80 los kilómetros de calles cubiertos por sistema de vigilancia.
En sus cinco años de operación, las cámaras de control en las pistas solo bus han demostrado ser una medida de disuasión efectiva para preservar la exclusividad de los carriles para buses. Según el Ministerio de Transportes, han logrado aumentar hasta en 50% la velocidad comercial de los servicios del Transantiago, lo que termina por optimizar la puntualidad, frecuencia y regularidad que perciben los pasajeros.
Desde 2012 se han instalado 270 cámaras en 30 kilómetros de vías, principalmente del centro y Providencia, y según el balance de la autoridad, lograron acabar con las constantes “invasiones” de autos en zonas críticas para el funcionamiento del transporte público.
De acuerdo a un informe solicitado por Ley de Transparencia, solo este año estos dispositivos han permitido detectar (hasta agosto) a 328.919 automovilistas infractores que circulan por más de dos cuadras por los carriles exclusivos para buses. Esto ha derivado en el envío de un parte que asciende hasta 1 UTM ($46.091) si se paga en el Juzgado de Policía Local o a 0,5 UTM o $23.045 (si se paga por adelantado).
Estas infracciones son hasta 20 veces superiores a las 17.683 que en el mismo período captaron los cerca de 200 inspectores del Ministerio de Transportes o Carabineros.
Esta brecha reafirma la mayor efectividad de los dispositivos electrónicos, según la autoridad: “Cuando hay cámaras, los automovilistas mayoritariamente acatan la medida, no así cuando son vías o pistas controladas de manera presencial con inspectores, donde se ve un respeto de la misma cuando los automovilistas detectan la presencia de los fiscalizadores o carabineros en el lugar. En un plazo no superior a seis meses, se logra reducir en cerca de 60% el número de infractores, lo que a su vez repercute en una reducción de los tiempos de viaje de los usuarios del transporte público”, señala Guillermo Muñoz, director de transporte público metropolitano.
Entre las cámaras, las que más multas registran este año son las instaladas en las calles San Francisco (131.706, 38,4%), Santa Rosa (55.610, 16,2%) y Compañía (31.141, 9%).
Más calles vigiladas
El sistema prevé iniciar la tercera etapa a partir del próximo mes, cuando se pongan en marcha 245 equipos más en ocho ejes: Américo Vespucio Oriente, Irarrázaval, Los Leones, José Pedro Alessandri, Bilbao, Vicuña Mackenna, Pajaritos y Macul.
Con esos dispositivos, que comenzarán a operar gradualmente (con una marcha blanca) a partir de fin de año, Santiago completará 80 kilómetros de vías, una cifra lejana a los 700 kilómetros de pistas bajo vigilancia electrónica que, según comprometía el gobierno en 2011, debían completarse en cinco años. Para el especialista en transportes de la U. de Chile, Alejandro Tirachini, “las cámaras son prioritarias porque generan un efecto positivo multiplicado en el servicio de buses. No solo mejoran los recorridos, sino que bajan los costos de operación. El problema de Santiago es que cuando no hay fiscalización, las pistas se respetan poco porque los sistemas de control basados en personas son arcaicos”. En su opinión, también se requiere avanzar en la instalación de cámaras en los mismos buses. Esta modalidad, que opera en el extranjero, permite que desde los buses en circulación se pueda captar a autos que invaden las pistas preferentes.
275 cámaras tiene hoy el Transantiago, y con la tercera etapa del proyecto sumará 245 más. Así, quedará con 515 en 2017.
US$ 3,1 millones costará la instalación de las nuevas cámaras. De ellas, 139 captarán patentes y 106 serán panorámicas.