Finanzas municipales: entre la gestión y la politización del presupuesto
Por Álvaro Román, investigador postdoctoral del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS).
La conferencia Habitat III, celebrada en Quito, relevó como un tema central la revisión de las estructuras financieras de los gobiernos municipales (Habitat III, 2015). El punto de partida es que las principales barreras para el uso eficiente de los recursos urbanos están ligadas a la relación entre distintas escalas administrativas, ya sea por solapamientos o por obsolescencias.
Una medida propuesta en los documentos de la conferencia es la incorporación de estrategias empresariales en la gestión de las ciudades, recalcando el rol de las municipalidades como promotoras de un clima proclive a la inversión. Con ello se espera que el dinamismo económico contribuya a la resolución de problemas específicos derivados del crecimiento urbano, como el desempleo o la regeneración de zonas degradadas.
Harvey (2001) advierte que estos esquemas contienen una apuesta muy costosa pues implica una distribución inequitativa de riesgos y beneficios entre los habitantes del territorio. Fløysand y otros (2010) muestran que una mayor inversión no asegura que los municipios sean capaces de sortear las constricciones institucionales dadas por la rigidez del aparato estatal, al punto que sus decisiones no tienen fuerza ante las iniciativas propuestas por el gobierno central o por inversionistas privados.
La lógica de las ciudades como nodos empresariales se contrapone con la incidencia de la política partidista a nivel comunal. Rosales (2009) acusa la tendencia en América Latina a formar alianzas entre ciudades en función de la militancia de sus gobernantes, no de problemas específicos por resolver (aunque en Chile hay casos notables que avanzan en la dirección opuesta). Así, los vínculos son circunstanciales, como también el desempeño que una comuna puede tener si la administración central es aliada. Además, Vial (2015) indica que el gasto público hecho por las municipalidades tiende a concentrarse en zonas urbanas densas debido a que se hace siguiendo un criterio electoral.
Winchester (2006) también advierte que el gasto público hecho por las municipalidades va en aumento, principalmente por las transferencias desde el Estado con vistas a la descentralización. No obstante, este traspaso de funciones no se acompaña de mayores responsabilidades decisionales que sitúen en el territorio la priorización del gasto. Santos (1996) interpreta esta situación como una manera de despolitizar la gestión territorial en tanto la tecnifica con un enfoque gerencial que naturaliza la incorporación de paradigmas de mercado. De este modo, las discusiones presupuestarias se orientan por la eficiencia del peso invertido, pero no necesariamente en el logro de objetivos que apunten al desarrollo integral de las ciudades.
Son varias las miradas desde las que podemos abordar la propuesta planteada para Habitat III. Ella reconoce que su implementación debe ir acompañada de un marco común a nivel nacional que, al mismo tiempo, permita que las ciudades aprovechen sus características de tamaño y localización. Cualquiera sea el camino tomado, es clave continuar en la reflexión acerca del rol de la vida urbana y estar abiertos a que los criterios para evaluar el desempeño de sus estructuras financieras no se enmarquen única o predominantemente en nociones de rentabilidad y crecimiento económico, especialmente si los problemas de la expansión y concentración urbanas seguirán siendo subsidiados por el gasto público.
Referencias
Fløysand, A., Barton, J. R. & Román, Á. (2010). La doble jerarquía del desarrollo económico y gobierno local en Chile: el caso de la salmonicultura y los municipios chilotes. EURE 36(108), 123-148.
Habitat III (2015). Habitat III issue papers: 7 – municipal finance. Nueva York: United Nations.
Harvey, D. (2001). Spaces of capital: towards a critical geography. Nueva York: Routledge.
Rosales, M. (2009). Descentralización del Estado, crisis económica mundial y oportunidades locales en América Latina. Polis 8(22), 159-174.
Santos, M. (1996). De la totalidad al lugar. Barcelona: Oikos-Tau.
Vial, C. (2015). Ciudades intermedias y municipalidades: la carencia de un gobierno. En: Maturana, F. & Rojas, A. (Eds.). Ciudades intermedias en Chile: territorios olvidados, 75-103. Santiago de Chile: RIL Editores.
Winchester, L. (2006). Desafíos para el desarrollo sostenible de las ciudades en América Latina y El Caribe. EURE 32(96), 7-25.
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