Estudio de Bienes Nacionales recomienda prohibir baño en laguna Cejar por arsénico
Atractivo turístico en San Pedro de Atacama, en la II Región:
Informe encargado a la Universidad de Antofagasta concluye que los altos niveles del elemento químico detectado constituyen “un riesgo para la salud”.
Los nueve mil turistas que al mes visitan la laguna Cejar, ubicada a 26 kilómetros de San Pedro de Atacama y a 2.300 metros sobre el nivel del mar, tendrán que admirar de lejos las aguas de dicho paraje, conocidas a nivel mundial por ser siete veces más saladas que el mar.
Dicha característica, que se iguala solo con el Mar Muerto, que comparten Israel, Jordania y el territorio palestino, era aprovechada por los turistas para flotar sin mayor esfuerzo, lo cual ahora quedará prohibido.
Un estudio del Ministerio de Bienes Nacionales, encargado al Departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias del Mar de la U. de Antofagasta, concluyó que las aguas del atractivo turístico administrado por la comunidad atacameña de Solor “no son aptas para el baño, por lo que no pueden ser utilizadas para uso recreacional, ya que constituyen un riesgo para la salud” por contener altos niveles de arsénico. El estudio detecta iguales condiciones en la laguna Piedra, ubicada junto a la Cejar.
Nivia Palma, titular de Bienes Nacionales, agregó que “el estudio que solicitamos, en el marco de los análisis de zonificación y caracterización de territorio fiscal, evidencia que la composición química de las aguas de las lagunas Cejar y Piedra muestran una alta concentración de arsénico, lo cual, ad portas de una nueva temporada de vacaciones, nos llevó a tomar la decisión de recomendar que estas aguas no sean utilizadas con fines recreacionales”.
En paralelo, según informó Bienes Nacionales, existe un estudio de la autoridad medioambiental de la región que concuerda con la medida de prohibir el baño y adicionalmente sugiere que los senderos contemplen información clara en que se prohíba el baño y el contacto físico con el agua de ambas lagunas.
“Nos hemos puesto en contacto con las autoridades correspondientes para coordinar lo antes posible las medidas necesarias para que se hagan efectivas estas recomendaciones, que lo único que persiguen es resguardar la salud de los lugareños y turistas”, dijo Nivia Palma.
Los análisis de la casa de estudios nortina establecen que, en “situaciones de emergencia ambiental diaria para actividades de recreación con contacto directo, el máximo son 0,20 mg/L para el arsénico y el estudio muestra que los niveles detectados fluctúan entre los 5,52 mg/L y 6,12 mg/L”.
Este año, el paseo altiplánico dejó de ser visitado por 320 mil turistas, ya que la comunidad de Solor limitó el número de visitantes que ingresan al sector y aumentó el valor de la entrada, desde $2.000 a $15.000 en enero del año pasado, como medida de preservación.