Ferrocarril a vapor vuelve a correr por la línea de Valdivia a Antilhue
Por O. Riquelme y S. Henríquez.
Locomotora realizará 12 viajes bordeando el Calle Calle:
Ahora como tren de turismo, la máquina cubrirá la temporada de diciembre a marzo.
Durante décadas, el ramal Valdivia-Antilhue fue la principal conexión de la capital de Los Ríos con el resto del país. Los 28 kilómetros de fierro y durmientes que bordean el Calle Calle se tendieron entre 1895 y 1907, año en que esta vía pasó a integrar el Tren del Sur, el sistema ferroviario que conectaba Valparaíso con Puerto Montt.
La llegada del tren revolucionó a la ciudad, hasta entonces fluvial, y el punto central del comercio, del movimiento de viajeros y de carga pasó a estar en un barrio nuevo, que se denominó Barrio Estación. Aquí estuvo el punto de partida de un ramal que, con una pausa de algo más de un año para reparar el daño que causó en la línea el terremoto de 1960, funcionó hasta 1992.
“Este sector vivía por el ferrocarril. Había hoteles, restaurantes, todos enfocados en los pasajeros que llegaban a bordo de los vagones. En esos años siempre había movimiento”, dice Enrique Rivera (64), vecino del Barrio Estación.
Rivera relata que la primera vez que se topó con El Valdiviano fue en 1982, cuando la locomotora cubría un trayecto entre Victoria y Lonquimay.
La locomotora a vapor modelo Baldwin 620 tuvo sus inicios en los talleres de la Sociedad Maestranzas y Galvanización de Viña del Mar, en donde fue construida en 1913 con planos originales de la North British, Escocia, de 1908.
Años después, Rivera se la encontró de nuevo, pero en otras condiciones. La máquina se mantenía guardada y sin servicio en la estación de Valdivia, por lo que a través de fondos concursables fue reparada y restaurada, hasta dejarla funcionando.
“Se reemplazó la caja de humo y se renovó por completo el sistema de tubos de la caldera. Se recuperó, prácticamente, la mitad de esta máquina”, cuenta.
Así, a partir de 1998, aunque solo parcialmente, se pudo montar un piloto de viajes de turismo en Valdivia y luego también en Osorno.
La idea tomó vuelo a partir de la década del 2000, y sobre todo desde el 2009, cuando la máquina, una Baldwin 620, fue declarada Monumento Nacional.
El resultado de este trabajo fue una locomotora de vapor, operativa y en buenas condiciones. De ahí su importancia patrimonial y como atractivo turístico para los nostálgicos de la era dorada del ferrocarril en el país.
“Pocas rutas ofrecen un paisaje como este, y quienes viajen podrán conocer muestras gastronómicas y de artesanía”, señala Christian Naglieri, presidente de la organización Patrimonio Ferroviario de Valdivia.
“Este ramal necesitaba un tren de turismo como el que hay ahora, porque también se está configurando un interés en invertir en estos trenes turísticos, y eso es bueno para este patrimonio”, añade Rivera.
“El tren es un patrimonio histórico, que hoy, aunando esfuerzos, hemos podido recuperar”, dice a su vez el intendente Egon Montecinos, quien participó del lanzamiento de la temporada de viajes. “Queremos invitar a la ciudadanía a que participe de estos viajes turísticos”, acotó.
El nuevo servicio de El Valdiviano cuenta con cuatro vagones, que tienen espacio para unas 390 personas. Además, y evocando el estilo de los trenes de la década del 40, el convoy suma también un coche comedor.
Eso sí, el viaje contempla paradas en las localidades de Huellelhue y Pishuinco, donde Sernatur coordinó que se instalen puestos de gastronomía. El trayecto, ida y vuelta, tiene una duración aproximada de cinco horas.
Concepción se suma con tren a la cuenca del carbónConcepción, que fuera un importante nodo ferroviario y donde la estación de tren aloja hoy la sede del Gobierno Regional, no quiso quedarse fuera, y montó este año su primer circuito turístico a bordo de una locomotora de vapor.
Así, entre Sernatur, EFE y el operador de carga ferroviaria Fepasa se las arreglaron para traer la Baldwin 820 -que prestó el museo ferroviario de Temuco especialmente para este viaje- hasta el Biobío. La máquina fue trasladada el sábado 26 de noviembre, con cuatro vagones enganchados en la locomotora, que inició el viaje hacia el balneario de Laraquete, en el límite de las provincias de Arauco y Concepción.
Según Paola Núñez, directora del Sernatur, se eligió el tramo de 55 kilómetros porque tiene varios atractivos. “La línea bordea la costa y cruza diferentes túneles”, dice.
Raúl Lavalle, gerente comercial de Fesur, explicó además que “la vía tiene un buen estándar. Entre Concepción y Coronel se refaccionó hace poco por la ampliación del Biotrén, y de Coronel hasta Arauco la usan trenes de carga”.
En la capital del Biobío estudian hacer el viaje en forma permanente. “Vamos a evaluar el interés del público, y cómo le va a la gente de Laraquete y Colcura con sus ventas”, dice Núñez. “Hay que ver además cómo funciona la logística”, apunta Lavalle.
El interés del público, al menos, ya no será una preocupación. La venta de los 330 pasajes se terminó en 24 horas.