Las obras públicas que se anunciaron para 2016 y no fueron concluidas
Hospitales, ferrocarriles y embalses:
Se dieron a conocer para distintos puntos del país, pero sus responsables no las finalizaron. Hoy son obras inconclusas o que ni siquiera se han iniciado.
Las promesas de hospitales son por lejos, y en al menos cinco regiones del país -Tarapacá, Valparaíso, Maule, Biobío y Los Lagos-, las que menos se concretaron en sus plazos.
Los motivos son varios: el término de la construcción, el inicio del proceso de licitación, la adjudicación de los trabajos, la entrega de recursos, entre otros, son algunos de los principales inconvenientes.
También se suman al listado iniciativas emblemáticas, anunciadas por ministerios como Obras Públicas (MOP) y Transportes y Telecomunicaciones: embalses, nuevas caletas de pescadores, edificios para albergar casas consistoriales, habilitación de servicios ferroviarios, coberturas de agua potable, instalación de puentes mecanos y una extensa red de fibra óptica.
Las inversiones comprometidas no son menores. El máximo, y para un solo proyecto, alcanza los US$ 1.000 millones. Eso sí, lo que causa más inquietud es la validez de los nuevos plazos, generalmente fijados para el primer o segundo trimestre de 2017.
Una doble vía que nunca llegó y los embalses pendientes en el norte del paísEn el principal distrito minero del país, la doble calzada de 111 km entre el sector Carmen Alto, ubicado en un cruce con la Ruta 5, y una rotonda de acceso a la ciudad de Calama no fue relicitada en 2016. El MOP concretaría ese proceso durante el segundo semestre de este año.
El proyecto considera una inversión en torno a US$ 250 millones, con un plazo de concesión de 420 meses. También involucra la construcción de una variante a la ciudad de Calama, que se transformará en alternativa de circulación para los vehículos pesados de la minería.
El primer contrato para ejecutar las obras fue liquidado en junio de 2015 por incumplimientos del consorcio español San José en plazos contractuales y por no presentar boleta de garantía de construcción en la fecha estipulada: 27 de julio de 2014.
Casi 600 km al norte, en Arica, el Gobierno comprometió para este año la adjudicación de los trabajos de construcción del embalse Chironta, de casi US$ 124 millones. “El último trimestre adjudicaremos el contrato a uno de los postulantes que son de muy alto nivel”, se aseguró en marzo pasado.
Es la obra pública más cara en esa zona del país en los últimos 50 años. Su emplazamiento será la parte alta del valle de Lluta, 70 km al noreste de Arica.
La represa tendrá 76 metros de altura, 274 metros de longitud y un muro de 10 metros de ancho. También permitirá el almacenamiento de 17 millones de m {+3} de aguas del río Lluta y mejorará el riego en alrededor de dos mil hectáreas.
Actualmente, la iniciativa está en tramitación en la Contraloría y se proyecta que esa fase termine durante enero para que las obras, que se extenderán hasta 2020, comiencen en marzo.
En la vecina Tarapacá, las obras de la nueva caleta de Cavancha, en Iquique, partirían durante el segundo semestre de 2016, pero los US$ 2,8 millones aprobados por el Consejo Regional (Core) para su financiamiento no fueron suficientes, y las ofertas presentadas en la licitación, que finalizó en julio, fueron US$ 597 mil más costosas.
Tras reuniones y protestas de los trabajadores, el Core aprobó US$ 746 mil suplementarios. Las obras comenzarán en marzo y tienen un plazo de ejecución de 540 días corridos.
En la Región de Coquimbo, el Core aprobó US$ 14,6 millones para construir el edificio consistorial del municipio de Ovalle, de cuatro pisos y un área construida de 7.519 m {+2} . Hoy, ese municipio gasta más de $400 millones en arriendos de locaciones externas.
Sin embargo, los montos no fueron priorizados por el Gobierno Regional, porque hay otras comunas con más necesidades; por ejemplo, La Serena y Coquimbo tienen tasas de desempleo que bordean el 10%.
“Quiero incentivar la inversión pública donde hay más desempleo y en Ovalle existe un 2,8% de desempleo”, dijo el intendente, Claudio Ibáñez.
La eterna espera por el ferrocarril y las objeciones de Contraloría a los hospitales en la zona centroEn Rancagua esperan que la puntualidad del servicio que conectará esta ciudad con Santiago no sea del mismo tono que la regularidad con que se ha ejecutado el proyecto. Esto, porque el proyecto de EFE se ha pospuesto ya cinco veces.
El Rancagua Express, que unirá ambas ciudades en solo 50 minutos, fue anunciado en enero del 2012, pero se supone que esta vez tiene como fecha próxima para su marcha blanca, en el tramo entre Santiago y Nos, el primer trimestre de 2017.
El proyecto, que significa una inversión de US$ 635 millones, sumará otros US$ 95 millones, destinados a terminar obras.
En la zona centro, eso sí, lo que más se ha atrasado son los centros de salud, como el hospital de San Antonio, que cuesta casi US$ 120 millones y será cuatro veces más grande que el actual. En principio estaba proyectado que las obras partieran este año, pero hubo atrasos en la licitación, y el más reciente fue esta semana.
Algo similar ocurre con el hospital de Marga-Marga, en Villa Alemana, también adjudicado a OHL, y que tiene una inversión de casi US$ 158 millones.
El Ministerio de Desarrollo Social objetó la licitación: era US$ 32,8 millones más cara que el valor ofrecido por otros oferentes.
El común denominador del fracaso en la licitación de los hospitales son la debilidad de las unidades técnicas concentradas en los servicios de salud Viña del Mar, Quillota, Valparaíso y San Antonio. Allí esta el gran desafío del 2017″, señaló Manuel Millones, consejero regional en Valparaíso.
En el Biobío, la tercera y última fase de reconstrucción del hospital Higueras, en Talcahuano, costará US$ 170,2 millones, pero también fue rechazada por Contraloría.
“El que iba a ser jefe de obras tenía siete años de experiencia en el tema, y no diez. Pedimos a Contraloría que revisara su decisión, porque es un detalle menor, pero no. Hay que empezar todo de nuevo”, explicó Mauricio Jara, director del Servicio de Salud de Talcahuano. El directivo, cansado por tanto trámite, llegó a presentar su renuncia en diciembre, aunque no se la aceptaron.
La licitación se rehízo, y la obra deberá comenzar en 2017.
Más al norte, en el Maule, aún no es inaugurado el nuevo hospital de Talca, que desde hace un año, a lo menos, funciona en su nuevo edificio construido tras el terremoto de febrero de 2010.
Originalmente, el centro asistencial sería inaugurado a fines de 2015 o durante 2016. Una de las explicaciones es que los encargados del hospital y el Servicio de Salud quieren que todas las unidades funcionen al 100% y con sus autorizaciones sanitarias. Hoy solo resta la habilitación del laboratorio e incorporar otros equipos en Neonatología.
El nuevo hospital tiene 132 camas críticas, 471 básicas y 42 de pensionado; 18 pabellones quirúrgicos, ocupa una superficie de 85 mil m2, y demandó una inversión de US$ 164 millones.
El cable de fibra óptica entre Puerto Montt y Magallanes, que aún no se conecta, y una planta de reciclaje que no entra en funcionesUn cable submarino que parte en Puerto Montt, cruza parte de Aysén y que se extiende hasta Magallanes. Una distancia de tres mil kilómetros, casi equivalente a la que hay entre Arica y Puerto Varas.
Es el proyecto de fibra óptica, que abarca tres regiones y que costará US$ 1.000 millones.
La iniciativa impulsada por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones sería adjudicada en noviembre pasado, pero no hubo oferentes, pese a que el Gobierno aseguró que había, al menos, cinco empresas internacionales interesadas.
Aspectos técnicos y precisiones sobre el tiempo de licitación, garantía y procedimiento de operación habrían pesado en la decisión de los potenciales interesados. Otra observación fue que en las bases de licitación no fue explícitamente establecido si eventualmente dos empresas podían unirse en un consorcio.
Gabriel Muñoz, seremi de Transportes y Telecomunicaciones en Magallanes, anunció que se trabaja en la preparación de nuevas bases de licitación, y se espera que el llamado se haga a mediados de 2017 y se adjudique entre noviembre y diciembre.
El atraso en la licitación tampoco ha permitido cumplir con los plazos para habilitar puentes mecano para las localidades más aisladas de Aysén.
“Se dividió en dos proyectos el monto total. Uno ahora lo está licitando el gobierno regional y otro lo hará el MOP. Esperamos que a fines de enero se comience a ejecutar. Esta iniciativa apoyará a pobladores que deben trasladarse junto a sus víveres a través de balsas”, comentó Marcia Raphael, consejera regional.
La inversión considerada es de US$ 2,2 millones, aportados por el FNDR, y ejecutados por el MOP, para puentes mecano, de 60 metros de extensión, para cada provincia de esa región.
En Chiloé, el inicio de la construcción del hospital de Ancud estaba comprometido para este año, pero fue reprogramado e incluso recién el viernes pasado logró la recomendación sectorial.
La inversión será de US$ 112 millones para un recinto que tendrá 109 camas y que fue planificado para atender a las comunas de Ancud y Quemchi.
El Gobierno anunció que los trabajos partirán en 2017. Mientras tanto, la población local deberá conformarse con el actual hospital, que está en funciones desde 1960 pero en precario estado de conservación.
En la vecina Los Ríos, a mediados de 2016 se anunció la primera planta regional de reciclaje.
La promesa fue una inversión de US$ 2,5 millones para acopiar residuos no orgánicos reciclables -vidrios, cartones, papel, latas de aluminio y plásticos- de las doce comunas de la región. Para ello se construirá un galpón de 2 mil m2 en el sector de Llancahue, el que estaría listo en un plazo de un año y medio.
La Municipalidad de Valdivia anunció en julio pasado su licitación, pero este proceso fue declarado desierto por segunda vez -la primera vez fue a mediados del 2015-, porque no hubo empresas interesadas.
La Subdere y el gobierno regional evalúan una tercera licitación, o modificar todo el diseño.
Y para La Araucanía, el MOP comprometió financiamiento para un proyecto de agua potable rural que beneficiaría a 241 familias -unas mil personas- que viven en las comunas de Gorbea, Pitrufquén y Loncoche.