Transantiago ha costado US$ 15 mil millones: prevén alza en relicitación
Consultora Espacio Público dimensionó aportes fiscales en sus diez años de funcionamiento
El valor equivale a 23,4 puentes Chacao, a 5,7 veces la construcción de las autopistas de Santiago y a casi seis planes de reconstrucción de 200 mil viviendas, como el aplicado tras el terremoto de 2010.
Transantiago es la reforma urbana “más cara de Chile”, según un reciente análisis del centro de estudios Espacio Público. La afirmación se basa en un cálculo de todos los aportes fiscales que ha recibido el sistema de transporte público desde su debut, en febrero de 2007, hasta el año pasado. De acuerdo con la investigación, el fisco ha desembolsado US$ 15 mil millones, tanto en inyecciones de recursos directos para su operación como para el subsidio “espejo” que se destina, en teoría, al transporte regional (pero que ha sido reasignado a otras partidas por falta de proyectos).
Los US$ 15 mil millones equivalen a 21 aeropuertos como el que se construirá en Santiago, 23,4 veces el puente Chacao, 5,7 veces las obras de las autopistas de Santiago y a seis planes de reconstrucción como el que permitió construir y reparar más de 200 mil viviendas tras el terremoto de 2010.
“Cerca del 50% de ese monto se ha utilizado en un subsidio correspondiente a la tarifa estudiantil. El subsidio está enfocado en los que más usan el transporte público, que son los que tienen menores ingresos”, señala el subsecretario de Transportes, Carlos Melo.
Añade que estos aportes están en la magnitud de un 40% de subsidio. “Otros sistemas de países con ingreso familiar como Varsovia (Polonia) tienen un subsidio parecido. Atenas tiene un 45% de subsidio, Roma, un 60%, y Buenos Aires, un 65%”.
El costo del sistema es uno de los aspectos que se buscó acotar en la renegociación de contratos de 2012, con un rediseño de la malla de recorridos, que implicó menores transbordos, y un incentivo a la contención de la evasión, con más pago a los operadores por la cantidad de pasajeros transportados. Sin embargo, después de estos cambios el sistema ha debido requerir más subsidios.
Posible alza
Los costos podrían incrementarse aún más en la nueva licitación de recorridos que se adjudica este año (a seis unidades de negocio, que representarán el 50% de los servicios actuales), según lo establece un estudio realizado por Espacio Público, en el que participan los especialistas José De Gregorio, Annie Dufey, Óscar Figueroa, Mariana Fulgueiras, Clemente Pérez, Iván Poduje y Violeta Rabi.
“Hay un riesgo de aumento de costo por lo mayor del parque, con 435 buses adicionales, un menor período de concesión de ocho años, mayores exigencias a la flota de buses, la extensión de 500 kilómetros adicionales a la red, entre otros aspectos. Todo ello repercute en la tarifa”, afirma Pérez, ex subsecretario de Obras Públicas y uno de los autores del estudio.
Concuerda el ex coordinador de Transantiago y especialista Raimundo Cruzat: “Es muy seguro que la nueva estructura de costos genere un sistema más caro. La ventaja es que si se produce una adecuada competencia ex ante el pago pueda reducirse, pero la estructura debiese encarecerse con más buses y mejor calidad. En este sistema que se propone no hay una definición estructural para bajar los costos del sistema”.
Frente a ello, el subsecretario descarta alzas: “Se reducen costos en la estructuración de las nuevas unidades de negocio, con menos kilómetros en vacío, servicios complementarios (gestión de flota) más baratos y un proceso competitivo de licitación que captura eficiencias de costos y servicios nocturnos con itinerarios, lo que genera ahorros. Un sistema que lleva operando 10 años tiene ciertas ineficiencias que la licitación debería resolver”.
Críticas por ausencia de la evasión en documento oficialEspacio Público cuestionó que la palabra “evasión” no fuera mencionada en las bases, considerando que cerca de un tercio de los usuarios no paga su pasaje, lo que genera una merma económica al sistema. “Se debe otorgar parte del subsidio a los usuarios de menores recursos mediante un pase. Subsidiar esa demanda permitiría ser más duros y efectivos contra la evasión. Para reducir la evasión involuntaria, se debe diversificar el pago con otras tarjetas, teléfonos celulares y tecnologías”.
Frente a ello, el subsecretario Melo señala que los pasajes impagos son asumidos por el proyecto de ley que aumenta las sanciones a esta práctica y a incentivos en los contratos que permiten evitar que los operadores reajusten sus pagos a partir de la evasión, lo que generaba un incentivo a no controlarla.