Santiago en verano, la experiencia de una ciudad más amena
Mientras miles viajan fuera de Santiago, otros disfrutan los beneficios de la urbe vacía.
En diciembre, la ansiedad se nota. Santiago se ve envuelto por la locura de las compras navideñas, las cenas de fin de año y las graduaciones, que dejan agotado a cualquiera.
Pero ese panorama parece quedar olvidado cuando llega enero. Todo cambia. Familias enteras salen de la capital para disfrutar las vacaciones y eso deja a la ciudad con un porcentaje significativamente menor de automóviles dando vueltas por Santiago.
Los tiempos de viaje se reducen significativamente sin los niños en el colegio o las universidades de vacaciones; los atochamientos disminuyen y las esperas eternas quedan atrás. “En esta época hasta hay una baja de infracciones de transito porque se libera un poco el parque automotriz por las vacaciones”, dice el abogado del Club Europeo de Automovilistas de Chile, Claudio Barros.
Solo para este fin de semana largo, las autoridades han estimado que 368 mil vehículos saldrán de la Región Metropolitana a distintos puntos del país, principalmente a Valparaíso. Muchos de ellos se quedarán en esos destinos disfrutando de playas y atardeceres eternos.
Y así, mientras algunos gozan de sus días libres, fuera de la capital y del ajetreo de la ciudad, los que se quedan también disfrutan del placer de una ciudad más amable durante lo que queda de verano.