Transantiago sufre la mayor caída de viajes y uso de la bip! desde 2009
Último informe de gestión del sistema también muestra alza sostenida de flota de buses:
Mientras expertos lo atribuyen al deterioro del servicio, el Gobierno argumenta que las validaciones bajaron por la disminución de los transbordos en los nuevos recorridos.
Transantiago nació con una misión: revertir la sostenida fuga de pasajeros de las antiguas micros amarillas hacia un parque de automóviles que el crecimiento económico comenzó a multiplicar en los 90. Sin embargo, sus complejos primeros años de operación han terminado generando lo contrario.
Según la última Encuesta Origen-Destino (de 2012, publicada en 2015), la brecha entre el transporte público y los autos se redujo hasta casi a un “empate”: de los 18 millones de viajes que a diario se realizan en la capital, los traslados en transporte privado (28%) prácticamente habían igualado a los del público (29,1%). Y según los expertos, en los próximos años los vehículos privados tomarán definitivamente la delantera.
Tendencia confirmada
Tal tendencia es ratificada por el último informe bianual de gestión del Transantiago, publicado ayer por el Gobierno, con datos hasta 2015. Entre 2014 y 2015, los viajes disminuyeron en 29 millones (-2,7%), la mayor caída desde el primer registro de 2009. Las transacciones (o pasajes por uso de la tarjeta bip!), en tanto, tuvieron una baja anual de 58 millones (-3,5%).
Los usuarios del Transantiago también disminuyeron: en 2015 hubo 57,3 millones, 778 mil menos que en 2014. La cifra es la menor desde los 57,1 millones de 2011.
El director del transporte público metropolitano, Guillermo Muñoz, reconoce una caída en las transacciones de los buses, pero no en los viajes del sistema. Argumenta que además de la evasión o del paso de pasajeros a los autos o bicicletas, también hay una disminución en transbordos “gracias a la reestructuración de la malla que hemos realizado y la alta congestión que existe en las calles de Santiago. Por eso, parte importante del trabajo y gestión que hemos realizado durante esta administración está con el foco puesto en generar vías de uso exclusivo para buses, lo que mejora los tiempos de desplazamiento y hace el sistema más atractivo para los usuarios”.
Para el especialista en transporte de Libertad y Desarrollo, Rodrigo Troncoso, aspectos como la congestión, que han deteriorado el servicio, “se explican por la incapacidad del mismo transporte público de atraer pasajeros. No deberían esperarse grandes cambios con la nueva licitación. Va a haber un aumento de costos, y como el país crece, aumenta el requerimiento de autos, en un parque que aún tiene potencial de crecimiento”.
Distinto piensa el subsecretario de Transportes, Carlos Melo. A su juicio, cuando el sistema funcione con nuevas reglas, en 2018, “los usuarios deberían observar un foco de calidad de servicio, con mejoras paulatinas y progresivas de regularidad, detención de paraderos y una flota de nueva tecnología. Se va a percibir un ajuste de la malla que busca responder mejor a los patrones de viaje”.
AlzasBuses. En los últimos años ha aumentado el número de buses: en 2015 llegaron a 6.550, la mayor cifra desde los 6.564 de 2010, cuando aún había micros amarillas refaccionadas. Guillermo Muñoz dice que se busca mejorar la cobertura en zonas que han pedido más recorridos.
Subsidio. El aporte estatal también subió: según Espacio Público, en 2015 llegó a un récord de US$ 7.035 millones.