Estudio establece que veranos en Santiago tendrán 19 días más con temperaturas sobre 30 °C
Noaa dice que días templados -entre 18 y 30°C- bajarán en verano en lo que resta del siglo y se reemplazarán por días con temperaturas extremas.
Los días templados son aquellos en que la temperatura es agradable; ni muy caluroso, ni frío, ni húmedo ni lluvioso, y el termómetro marca entre 18 y 30 °C. Son frecuentes en el mundo (en promedio, 74 días), pero disminuirán entre 10% y 13% hacia fines de siglo, por el cambio climático, según un estudio liderado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense (Noaa) y la U. de Princeton.
Para Santiago significará ganar cuatro días templados al año, pero perder 19 en verano, que serán reemplazados por días con temperaturas extremas como las de este mes, y en Puerto Montt, ganar 19 días más cálidos al año de aquí a fin de siglo.
Según el análisis, Santiago tiene hoy 209 días templados anuales, que aumentarán a 213 entre 2016 y 2035, aunque su distribución anual cambiará. “Cuando las temperaturas suban por el cambio climático, más días en verano serán demasiado cálidos en Santiago para entrar en el criterio de templado. Por tanto, entre diciembre y febrero hay una disminución proyectada. Pero esta pérdida se compensa por el alza de días templados fuera de esos meses. Menos días son demasiado fríos en invierno y pueden, por ello, contar como días templados”, dice Karin van der Wiel, autora principal, a La Tercera.
La escasez de días templados ya se está notando en Santiago y el ejemplo más actual es este enero, en que todos los días han estado sobre los 30 °C, inusual para un periodo sin el fenómeno de El Niño.
El meteorólogo Arnaldo Zúñiga, de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), explica que si bien es normal que en enero se presenten días sobre 30 °C, no lo es la cantidad de días seguidos sobre 33 °C. “El umbral para Santiago es 32 °C, cuando hay más de tres días sobre este umbral hablamos de ola de calor, que en enero no son tan frecuentes”, dice. Hoy debería registrarse la segunda ola del mes.
En el sur, aunque enero ha registrado temperaturas más bajas, la tendencia es al alza. Según la modelación del Noaa, entre 2016 y 2035, aumentarán en dos los días de verano templados en Puerto Montt, llegando a 11 entre 2081 y 2100. “En Puerto Montt, el tiempo templado está limitado al verano, fuera de esos meses, los días son muy fríos y lluviosos para entrar en el criterio de días templados. El alza sucederá mayormente en verano y un poco en las estaciones intermedias (otoño, primavera). En invierno permanece frío”, señala Van der Wiel.
Nicolás Bambach, director ejecutivo del Centro Cambio Global de la UC, dice que la tendencia es consistente con las proyecciones de cambio climático. Y aunque el estudio dice que El Niño no tendría influencia, explica que si bien los resultados son atribuibles al cambio climático, “no quiere decir que El Niño no jugará un rol en el futuro. Hay bastante incertidumbre todavía”.
Temperaturas invernales
Fernando Santibáñez, director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la U. de Chile, dice que los análisis en el país muestran que al sur de La Araucanía las temperaturas invernales están subiendo más rápido que las de verano, provocando inviernos más suaves, con un impacto positivo en la agricultura, pero no en los ecosistemas. “La vegetación nativa ya está adaptada desde millones de años a esas condiciones, cualquier cambio no hace sino ponerla en problemas. Hay que tenerlo en cuenta en términos de patrimonio natural, y también puede afectar a la agricultura si se pierden los equilibrios en los ecosistemas”, explica.
Señala que el número de días que aumentará la temperatura no alcanzan para cambiar la clasificación de climas (hay que sumar otros factores), aunque ya ha pasado en los últimos años. “Más al norte, por ejemplo, los límites entre climas áridos y semi-áridos se han desplazado unos 120 km. Los Andes y San Felipe, a principios de 1900 eran semiáridos, hoy son francamente áridos. En Valparaíso pasa algo parecido”, dice.
Santiago sigue siendo mediterráneo o templado cálido, dice, pero hacia el sur, la línea entre semiárido y subhúmedo se ha corrido unos 80 km (está en San Fernando), lo mismo el límite entre subhúmedo y húmedo (Concepción).
“Todo va en línea con lo que se predice, a Chile le es favorable el Pacífico como regulador climático, por lo que no se esperan cambios tan drásticos como en otras partes del mundo, pero la gran preocupación son los recursos hídricos. Aunque no es seguro qué pasará en la cordillera con la baja de precipitaciones, sí es seguro que la línea de nieve subirá unos 500 metros. Habrá más agua en invierno, pero menos en verano en los ríos, eso no deja de ser un gran problema”, enfatiza.