Actual temporada de incendios forestales es la más destructiva desde que se tiene registro
Por Equipos de Crónica y Economía y Negocios.
A la fecha, se han quemado 144.001 hectáreas, equivalentes a 10 veces la superficie de Maipú:
Ante los gigantescos siniestros en la zona central, el Gobierno decretó zona de catástrofe en sectores de O’Higgins y el Maule. El ministro del Interior, Mario Fernández, reconoció que “operar de manera eficiente en todos esos focos supera, prácticamente, todas las posibilidades que tenemos en estos momentos”.
El período que va de julio de 2016 a junio de 2017 pasará a la historia como la temporada de incendios forestales más destructiva en el país desde 1964, cuando estos siniestros comenzaron a ser registrados oficialmente. Las cifras de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) mostraban, al cierre de esta edición, que en este período, 2.719 focos han quemado una superficie de 144.001 hectáreas, equivalentes a 10 veces la comuna de Maipú.
Con esto, esta temporada superó a la de 2014-2015, cuando hubo un récord de 128.654 ha de bosques y pastizales quemados (ver infografía).
“Estamos en guerra”
La situación es tan crítica, que ayer el comandante de Bomberos que trabaja en Pumanque Cristián López viralizó el siguiente mensaje: “No puedo tener voluntarios trabajando más de 24 horas; no doy abasto. Estamos en una guerra. Esto es un desastre”.
La ola de calor en la zona central, una baja humedad (menor a 30%) y los vientos han colaborado en la expansión de los incendios. Pasada la medianoche había 26 activos y 33 controlados. Están bajo alerta roja todos los municipios de O’Higgins, los de la provincia de Melipilla y los de otras 17 comunas de la Región Metropolitana, Valparaíso y Maule.
Además, dada la “envergadura y gravedad que han alcanzado los daños”, el ministro del Interior, Mario Fernández, comunicó ayer que se decretó zona de catástrofe para las provincias de Cardenal Caro y Colchagua (en O’Higgins) y para las comunas de Cauquenes y Vichuquén (Maule).
Hoy, en tanto, el ministro de Agricultura, Carlos Furche, irá a la zona para hacer un catastro de daños. El jefe de cartera dijo que además se declaró zona de emergencia agrícola en las provincias de Cardenal Caro y Colchagua. La mayor preocupación es que los incendios han hecho desaparecer pastizales y galpones que trabajadores de la zona utilizaban para mantener a sus ganados.
A esto se agrega que debido a la magnitud de la emergencia, desde el martes se realizará una coordinación con Cancillería para solicitar ayuda internacional a EE.UU., México, Argentina, Canadá, Brasil, Uruguay y Perú.
“En todas partes se reclama por la actividad del Estado (…) Pero estamos amenazados por una situación anormal y, además, muy desplegada y atomizada en distintas regiones. Entonces, operar de manera eficiente en todos esos focos supera, prácticamente, todas las posibilidades que tenemos en estos momentos”, reconoció Fernández.
Zonas más afectadas
En O’Higgins siguen activos seis incendios, siendo los de mayor envergadura los de Nilahue Baraona, en Pumanque; Rarín, en Lolol; Perdigadero, en Paredones, y el de Isla de Yáquil, en Santa Cruz. En conjunto han arrasado más de 45 mil ha, destruido 27 viviendas y han dejado 60 damnificados, nueve albergados y 9.500 personas sin luz.
Tanto en O’Higgins como en la Región Metropolitana, el humo y cenizas se expandían por las ciudades.
En el Maule están activos los incendios de La Palmilla, en San Javier; Pantanillos, en Constitución; Llollehue, en Cauquenes, donde el fuego destruyó siete casas (hay 12 damnificados), un taller mecánico y 30 autos que estaban en un corral municipal; y el de Las Cardillas, en las comunas de Vichuquén y Hualañé, donde murieron tres brigadistas. Estos siniestros han consumido más de seis mil hectáreas.
Además, dado que varios de estos eventos se desarrollan cerca de áreas protegidas, ayer la Conaf decidió cerrar los parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales, por este fin de semana, entre Coquimbo y Biobío.
Ayuda internacional
Las autoridades confirmaron que se está solicitando colaboración a otros países para enfrentar la catástrofe.