Biblioteca Regional de Coquimbo estará lista en octubre
Las obras presentan un avance del 30%:
El espacio de 5.592 m {+2} contará con salas para niños, jóvenes y adultos mayores. Así como también tendrá acceso gratuito a internet.
En la calle Francisco de Aguirre, de La Serena, a un costado de una de las residencias de la poeta Gabriela Mistral -apodada “La casa de las palmeras”-, se construye la Biblioteca Regional de Coquimbo: una obra arquitectónica de 5.592 m {+2} que albergará cerca de 33 mil libros y recibirá el nombre de la Nobel chilena.
El proyecto está en manos de la constructora CyP, que estima que el grueso de la obra estará listo en febrero, si se toma en consideración que la edificación está avanzada en un 30%. Y creen que el 24 de octubre, o incluso antes, la biblioteca estará terminada y podrá ser entregada al Ministerio de Obras Públicas para su revisión.
“Nosotros a continuación tendríamos que habilitarla con mobiliario, contratar el personal, hacer las capacitaciones necesarias y poner todos los servicios en marcha”, dice Gonzalo Oyarzún, subdirector del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas. “Todo hace presumir, dado que el avance de la obra va bien, que este año podríamos inaugurar al menos una parte de la biblioteca”.
Con $9 mil millones de presupuesto, el edificio tendrá cuatro pisos y un subterráneo, entre los que se distribuirán las salas de literatura; para niños de 0 a 6 años; para jóvenes, con cómics y novelas gráficas; para el adulto mayor, y de autores regionales.
También habrá un laboratorio regional del programa BiblioRedes, un auditorio, una sala de conferencias y exposiciones, espacios de capacitación con equipamiento computacional y acceso a internet, una cafetería y acceso a wifi.
“Hoy, las bibliotecas públicas o regionales no son solamente para ir a buscar un libro, hacer una tarea o un trabajo. Son espacios vivos que son dinamizados por la propia comunidad, a partir de sus intereses y necesidades”, continúa Oyarzún. “No solamente desde el punto de vista artístico-cultural, sino también para la mejora del estándar de vida y económico. Algunos dicen que las bibliotecas son centros culturales, pero son mucho más que eso; son espacios que transforman la vida de la comunidad”.
El número de volúmenes que estarán disponibles duplicará el de la Biblioteca Pública de La Serena, que tiene 14.004 libros. Luego, en la región, le sigue la de Ovalle, con 12.677 libros.
“Seguramente, la colección va a ir creciendo de forma considerable todos los años. Ese crecimiento se va a generar en dos líneas. Una, con las obras de los creadores regionales, que son muy relevantes, tanto para efectos de conservación del patrimonio local y regional como de su puesta en valor, y por otro lado, a partir de las necesidades e intereses de la comunidad a la cual está sirviendo”, cierra Oyarzún.
La última biblioteca regional que se inauguró fue la de Antofagasta, en 2013. Según Oyarzún, se trata del símil más cercano a la de Coquimbo, tanto por sus dimensiones como porque se ha convertido en el referente cultural más importante de la región.