Emergencia por incendios forestales mantiene a 21 comunas bajo estado de catástrofe
Por Equipos de Ciudad y Regiones.
Aunque en la Región Metropolitana podrían extinguirse pronto los siniestros, estos recrudecieron más al sur:
El ministro del Interior, Mario Fernández, sostuvo que “la situación continúa siendo bastante grave; sin embargo, hemos tenido una leve mejoría”. Solo en la última semana se han quemado más de 125 mil hectáreas de bosques y pastizales, según el último informe de la Onemi.
“Las condiciones climatológicas no tienen parangón en toda la historia. Hay situaciones respecto a las cuales no estamos preparados, ningún país está preparado para cosas desconocidas”. Con esas palabras explicaba ayer en la mañana el ministro del Interior, Mario Fernández, la emergencia a la que se enfrenta Chile, con incendios forestales ardiendo entre Valparaíso y La Araucanía.
Y durante la jornada el problema no mejoró: la última evaluación hecha por el Gobierno anoche desde la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), después de evaluar la evolución en todas las regiones afectadas, mostró que solo esta semana se han quemado 125.643 hectáreas. Si se cuenta desde julio, en total son 218 mil hectáreas. Además, los siniestros han dejado como consecuencia 142 damnificados, 157 albergados y 78 viviendas destruidas.
“Los incendios más graves que estaban teniendo lugar en la Sexta y Séptima Región, algunos están reduciéndose en su magnitud. Y los que nos habían preocupado mucho ayer en la Región Metropolitana (Pirque y Alhué) también están siendo controlados”, dijo el ministro Fernández, anoche en la Onemi. Agregó que esos últimos podrían ser controlados “los próximos días”:
Sin embargo, más hacia el sur la situación ha comenzado a recrudecer y es por eso que La Moneda decidió ampliar a más zonas el decreto de estado de catástrofe que hasta el sábado regía para las provincias de Colchagua y Cardenal Caro, en la Región de O’Higgins, y los municipios de Vichuquén y Cauquenes, en la Región del Maule.
De esa forma, 21 comunas quedaron bajo estado de excepción constitucional: San Fernando, Santa Cruz, Nancagua, Placilla, Chépica, Chimbarongo, Lolol, Palmilla, Pumanque, Peralillo (provincia de Colchagua), Pichilemu, Litueche, Marchigüe, Navidad, La Estrella y Paredones (provincia Cardenal Caro). En Maule, a las comunas de Vichuquén y Cauquenes se agregaron Licantén y Hualañé y, en Biobío, Bulnes.
El incendio más crítico era el conocido como “Las Máquinas”, en la comuna de Empedrado, pero que se inició en Cauquenes. “En una noche, seis horas, se expandió en 10 mil hectáreas”, contó el director de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Aarón Cavieres.
En Biobío, el intendente Rodrigo Díaz indicó que una de las zonas más afectadas es Bulnes. Allí la superficie dañada es de 500 hectáreas. “Tenemos 20 estructuras afectadas. De ellas, 13 son viviendas totalmente siniestradas, otras 3 con daños parciales, 3 bodegas destruidas, y una planta procesadora de arándanos quemada”, señaló Díaz.
Complejo panorama
Así el escenario, el ministro Mario Fernández afirmó que “la situación continúa siendo bastante grave; sin embargo, hemos tenido una leve mejoría”.
Uno de los aspectos que consuelan, en este caso, es que “en general hemos tenido éxito en lo que se refiere al control del incendio que afecte a viviendas”, sostuvo el ministro de Agricultura, Carlos Furche.
Pero una preocupación que existe entre las autoridades de gobierno es que esta semana volvería a aumentar la temperatura que en los últimos dos días había tenido un leve descenso, lo que ayudó al personal que trabaja combatiendo incendios. Según el pronóstico de la Dirección Meteorológica de Chile, hay una alerta de ola de calor para lunes y martes en La Araucanía, y de martes a jueves en Biobío.
Respecto a los recursos usados, el director de la Onemi, Ricardo Toro, dijo que “se ha incrementado ostensiblemente la cantidad de personal, maquinaria y medios para ir a apoyar esa función”.
“El Mercurio” consultó respecto del estado en que se encuentra la flota de aviones con los que cuenta la Conaf (ver infografía), pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta de esa institución.
Para hoy en La Moneda se citó a un consejo de gabinete especial para evaluar la situación de los incendios. Todavía no está claro si la Presidenta Bachelet concretará un viaje que tenía agendado a República Dominica y Haití. Se evalúa suspenderlo.
Sobre las causas de los incendios, la Fiscalía de O’Higgins indaga si el presunto mal estado del cableado de la empresa CGE podría haber originado el foco en Pumanque, según los dichos del fiscal regional Emiliano Arias, publicados el sábado por el diario El Rancagüino. Sin embargo, su investigación se limita a una región, y restan decenas de siniestros cuyo origen aún se debe esclarecer en otras zonas.
¿Por qué algunos incendios se resisten a ser apagados?: Expertos analizan las causas técnicasCada vez que la Conaf da un catastro de cuántos incendios han logrado ser extinguidos o cuántos están controlados, esta cifra -de un día para otro- sufre un retroceso porque muchos focos vuelven a reactivarse y hacen del combate de las llamas una labor interminable.
Los incendios han logrado resistir por causas que han pasado inadvertidas y en las que las entidades pertinentes han comenzado a poner énfasis.
Jorge Gándara, ex director regional metropolitano de la Conaf, explicó que los incendios pueden propagarse de forma subterránea porque las raíces también se encienden y el fuego se transmite por debajo. “Son imperceptibles hasta que encuentran un punto para salir a la superficie”, agregó.
Para Enrique Aliste, geógrafo de la Universidad de Chile, el problema está en las especies de árboles afectadas por las llamas: el pino y el eucalipto, que son altamente combustibles. La resina secretada por estos llega a ser inflamable a los 35° Celsius y sus propiedades pueden sobrevivir incluso en los escombros. “Son como palos de fósforo sembrados”, afirmó.
Al igual que Gándara, Aliste cree que intentar localizar las brasas subterráneas es como “buscar una aguja en un pajar, porque la capa de ceniza es muy densa”.
Otro factor que ha incidido, según el geógrafo, es la poca humedad de estos árboles y la “propagación en cadena”, característica de los monocultivos forestales. “En los bosques con mayor diversidad de especies los incendios se propagan más lento. Pero al haber una sola especie la reacción es mayor”, señaló.