Chile concentra el 48% de los focos de incendios activos en América del Sur
Por P. Yévenes, D. Aguayo y O. Fernández.
Análisis satelital del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil pone al país en el primer lugar.
Los “megaincendios” que azotan la zona centro-sur, que han dejado casi 400 mil hectáreas arrasadas en la última semana, llevaron a que Chile lidere la lista de países con la mayor cantidad de siniestros activos de América del Sur. Según un análisis del Programa de Monitoreo de Incendios Forestales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil, las imágenes satelitales captadas ayer convirtieron a Chile en el mayor “hot spot” de América del Sur, con 291 focos activos.
El reporte de la entidad establece además que el 47,9% de los focos registrados en el Cono Sur se ubican en territorio chileno, en especial en las provincias de Talca, Linares y Cauquenes.
Otros puntos activos de incendios se concentran en Argentina, con 103 áreas críticas (ver infografía). Los focos en nuestro país representan los ocurridos a nivel nacional (aunque se concentran en tres regiones). Chile ya tiene una superficie consumida de alrededor de 509 mil hectáreas durante esta temporada, según la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
¿Por qué Chile encabeza el ranking de incendios activos? Fernando Santibáñez, director del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la U. de Chile, sostiene que el cambio climático acentúa la frecuencia y la violencia de estos eventos. Esto se presenta, dice, pues hace una década ya se afirmaba que la temperatura subiría entre 2 y 5°C y las precipitaciones descenderían drásticamente en el país (se vive una sequía de más de cinco años). El experto agrega que esto genera condiciones para la tríada “30-30-30”, es decir, altas temperaturas, una humedad baja y vientos superiores al promedio. Los especialistas coinciden en que la acción del hombre, los bosques nativos y plantaciones forestales que bordean las ciudades llevan a que exista una peligrosa interacción entre las personas y las masas forestales que resultan un poderoso combustible. Por ello los expertos llaman a que las autoridades regulen la instalación de comunas en áreas con gran vegetación o bien que se implementen los denominados buffer o zona de amortiguación en los poblados, para que las comunidades no estén expuestas a los focos de incendio.
Los vecinos
Fernando Paredes, jefe de control de operaciones de la Conaf, señala que un caso que ha llamado la atención es el de Argentina, donde en esta temporada se han consumido 1,5 millón de hectáreas de pastizales rápidamente en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Mendoza, donde se registran altísimas temperaturas en esta época del año. La autoridad añade que en otros lugares como Brasil se han producido incendios en sectores de la Amazonía, donde no habitan personas, por lo que daño puede ser menor que en ciudades habitadas.
Este año, Chile presenta una cantidad superior de incendios que California, en Estados Unidos, una de las zonas de mayor riesgo de siniestros en ese país. Según el National Interagency Fire Center, el año pasado se consumieron 59 mil hectáreas en ese estado. De ese total, 53 mil hectáreas corresponden a un siniestro ocurrido en las montañas del parque Garrapata, que se prolongó durante tres meses, a un costo de US$ 200 millones.
Susana Fuentes, promotora para el Programa de Ciudades Resilientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), plantea que la violencia de los focos que hay en Chile llaman la atención respecto de la realidad de otros países vecinos: “Es el incendio más grande de América. Uno de estas características no ha ocurrido en Brasil ni Argentina”. Relata además que en Europa se ha registrado una baja cantidad de eventos a gran escala. Fuentes precisa que, a diferencia de otras naciones, la responsabilidad de las personas es clave para entender la persistencia de las llamas en el país. “Existe una intervención muy drástica de terceros. Tenemos múltiples focos de incendios en diversos lugares de manera inexplicable”, afirma.
La situación de incendios en Australia en 2009 fue similar a la de Chile. En febrero de ese año, en Victoria cerca de medio millón de hectáreas fueron arrasadas, lo que dejó como resultado 173 fallecidos (ver nota secundaria).
El desastre llevó a que ese país cambiara la legislación con el fin de endurecer las penas para los responsables del fuego. Una situación aún más devastadora la vive Africa central y Asia, donde las quemas agrícolas llevan a que se extiendan los incendios en amplios terrenos, aunque es complejo el control en esos sectores.