Incendio fuera de control en Portezuelo obligó a evacuar la comuna durante la noche
Por Víctor Fuentes y Juan José Moreno.
Focos de fuego más agresivos se concentran en la Región del Biobío:
Cambio de orientación de los vientos y lo montañoso del sector han impedido extinguir las llamas. Estas se iniciaron en la mañana del sábado y amenazan a los 5 mil habitantes de esa comuna. Varias casas en esa zona debieron ser abandonadas anoche, entre ellas la del alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, y las de sus familiares.
“Nosotros tenemos los bosques muy cerca y vemos que el fuego sigue avanzando. En esta zona no han podido atacarlo, porque es muy montañosa, y se necesita de aviones o helicópteros”, relata Cristóbal Ramírez, vecino del sector de Santa Ana, en la comuna de Portezuelo, en la Región del Biobío.
Los habitantes de la zona -que había estado exenta de emergencias- se vieron sorprendidos en la mañana del sábado cuando el fuego brotó en un área boscosa, muy apartada del área habitada y de dificultoso acceso debido a la presencia de montañas y quebradas. En el pueblo viven alrededor de 2.500 personas y los restantes se distribuyen por los campos de la zona.
“A mí no me consta, pero todos dicen que esto fue intencional”, relata Ramírez, quien, junto a otros vecinos, ha destinado todas sus energías a levantar cortafuegos.
El cambio en la dirección del viento, cuyo avance se ha producido de sur a norte, provocó una reactivación del fuego la noche del sábado, lo que obligó a evacuar a habitantes de sectores rurales, ubicados en el área en que comenzó la emergencia.
Hasta la ciudad llegó ayer el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín. Él, su padre y otros dos familiares tienen casas en la zona, en un sector en la ruta desde Chillán a Portezuelo. “Las llamas están bastante cerca. Hay un sector por donde el Supertanker pasó y se logró reducir el fuego, pero ahora las llamas partieron hacia el otro lado”, dijo.
Lavín informó que, al igual que hacia otras diez localidades siniestradas, el municipio de Las Condes envió a Portezuelo un camión con ayuda -especialmente colchonetas y frazadas- para quienes debieron evacuar sus hogares. “Aquí, la gente de la comuna habla claramente de intencionalidad. El incendio arrancó sin que hubiera nada que lo explicara. Son cosas que habrá que comprobar. Ahora se necesita apagarlo”, planteó.
Pasadas las 22:00 horas de anoche el alcalde y su familia debieron abandonar sus viviedas ante el inminente riesgo de que fueran alcanzadas por el fuego.
Según vecinos de la zona, desde su inicio, el fuego había avanzado, a lo menos, unos 15 kilómetros, la distancia entre Quitento y Portezuelo.
Desde las 21:00 horas, los vecinos de Portezuelo fueron conminados a evacuar sus viviendas, dado lo impredecible que se tornaba el avance del fuego y ante el riesgo de que se repitiera la situación de la noche anterior, provocada por el cambio de dirección del viento. En la mañana corre hacia el sur y durante la tarde ingresa desde la costa y se desplaza hacia el este.
Los vecinos afectados lamentaron la falta de recursos para enfrentar las llamas, pese a que se anunció un mayor despliegue aéreo. “Lo que se ha hecho es controlar el frente del incendio, pero sus costados están fuera de control”, relató Cristóbal Ramírez.
Las historias que dejó el pasar del fuego por Hualqui”No tuvimos tiempo para pensar en nada. Solo junté a mis hijas y nos metimos al pozo, nos tapamos con unas latas y esperamos que el fuego pasara”, recuerda aún con angustia Silvana García, madre de cuatro hijos. Dos de ellas, Valeria (9) y Javiera (12), se encontraban en su predio la tarde del jueves cuando a las 18 horas vieron cómo se acercaban las llamas. “Le dije a mi hija Valeria que orara, que orara mucho, para que nos salváramos. Fue un milagro”, manifestó la mujer.
“Sentíamos fuerte el sonido del fuego, del viento que soplaba como nunca, y los animales que relinchaban mientras se quemaban”, dijo Carlos Riquelme, su esposo, quien durante el incendio no paró de lanzarle agua a la casa, mientras las llamas lo rodeaban.
A causa del fuego, la familia de agricultores del sector La Palma en Hualqui, en la Región del Biobío, perdió quemados sus dos caballos, casi todas las aves, sus cultivos, pero lograron salvar su hogar.
Riquelme hoy no se logra explicar quién pudo iniciar el fuego que casi le causa la muerte a su familia.
La escuela con un alumno
“El año pasado éramos tres personas en la escuela: el profesor, la señora que cocinaba y yo, pero igual no me aburría, lo pasábamos bien. Me dio pena lo que pasó”, recuerda Yerald Hidalgo (11), el último alumno de la ahora destruida Escuela de Agua Corta, al sur de Hualqui, la que resultó quemada tras el incendio que arrasó con esa zona durante el pasado jueves.
“Si no fuera porque en diciembre me cambié de colegio, ahora no tendría dónde estudiar”, dijo el estudiante de quinto básico que cursó durante cuatro años en el establecimiento y que el año pasado fue el único matriculado en el recinto.
“Habitualmente, aquí recibimos alumnos que se desenvuelven mejor entre pocos niños; de hecho, para el próximo año teníamos trece matriculados, y ahora no sé qué vamos a hacer”, expresó resignado Juan Sanhueza, el profesor de la escuela.
Junto a ellos estaba el cuidador del plantel, Roberto Fuenzalida, que tenía casa en el mismo recinto. El día del incendio llegó con una motobomba para sacar agua del río y evitar que las llamas consumieran la escuela y su vivienda, pero cuando se encontraba combatiendo el fuego, un grupo de desconocidos le robó la maquina dejándolo sin agua.
“No me puedo explicar que haya gente tan mal de la cabeza”, señaló Sanhueza.