Portezuelo vivió tensa noche por incendio descontrolado
Casas, bodegas y viñedos fueron los más afectados:
Vecinos fueron obligados a evacuar. Durante la mañana, el trabajo de los brigadistas y de aviones de Brasil y Rusia consiguieron contener el avance del fuego.
“Las llamas estaban muy fuertes; daba susto. Ahí se me murió un caballo y otros tres se me arrancaron, y aún no los encuentro”, relata, apenado, Javier Vergara, vecino del sector Quitento de Portezuelo, Región del Biobío, en donde la madrugada de ayer las llamas consumieron seis casas y durante la tarde obligaron la evacuación de 70 familias ante la proximidad del fuego.
Además del caballo, Vergara perdió las uvas que cultivaba en su predio, las que fueron destruidas por el fuego. Se quedó hasta pasadas las 23 horas combatiendo las llamas, hasta que debió evacuar junto a su familia, por la cercanía de éstas. “Dormimos en un colegio al frente de la plaza esperando que no pasara nada; menos mal que no perdimos la casa”, dijo.
Ahora, con sus terrenos y cultivos destruidos, espera que alguien lo apoye para seguir trabajando el predio.
“Ojalá la municipalidad nos dé algo, porque no sé cómo vamos a seguir”, concluyó.
Jorge Véjar, un trabajador de la viña San Jerónimo de Portezuelo, pasó la noche en vela combatiendo las llamas. “No me fui a mi casa hasta las cuatro de la mañana. Estuve toda la noche haciendo cortafuegos con el tractor para que el incendio no nos quemara las uvas”, cuenta.
El fuego avanzó durante la noche y se detuvo en un camino a solo 10 metros del predio.
Gracias a su trabajo y al de otros empleados que se encontraban en el sitio, evitaron que se quemaran las uvas del predio, pero aún desconoce si los frutos fueron dañados por las chispas o el fuerte calor en la zona.
Cuando Joaquín Lavín Pradenas vio cómo se acercaban las llamas a su casa, en el sector Santa Ana de Portezuelo, pensó que volvería a perder su casa. Hace poco se la habían entregado, luego de reconstruirla por los daños que le ocasionó el terremoto del 27 de febrero de 2010.
Fue necesario que llegara su hijo, el alcalde de Las Condes, que se encontraba en la zona desde ayer para sacarlo a él y a su madre, Carmen Infante.
“Cuando fui a la casa, los voluntarios me dijeron que mi papá no quería evacuar. En eso la cosa se estaba poniendo color de hormiga, porque las llamas estaban cerca. Llegó personal del Ejército, entró a la casa, y nos dijo que debíamos salir inmediato. Ahí mi papá se convenció”, relató Joaquín Lavín.
Luego de evacuar, se subieron a una camioneta con algunas mascotas y viajaron hasta la plaza de armas de la comuna, donde esperaron varias horas.
“Volví a ver la casa temprano y me percaté de que estaba intacta. Era como si el fuego hubiera rodeado las casas, así que estamos bien contentos. Solo se quemó un galpón con forraje para animales”, dijo el alcalde.
El fuego en Portezuelo comenzó la noche del jueves, y desde ese día los vecinos han dormido muy poco. Ayer, durante la mañana, el trabajo de los brigadistas, del Hércules C130 de la Fuerza Aérea de Brasil y el “Ilyushin” de Rusia lograron contener el avance de las llamas.
”Llegó personal del Ejército, entró a la casa y nos dijo que debíamos salir de inmediato. Ahí mi papá se convenció de que debíamos irnos”.
JOAQUÍN LAVÍN, ALCALDE DE LAS CONDES
Dichato enfrenta emergencia por fuego cercano a casasUnos 200 jóvenes voluntarios -junto a infantes de Marina, combatientes de la Conaf y personal de Carabineros- trabajaron en la construcción de un cortafuegos en el balneario de Dichato, en la Región del Biobío, lugar en donde unas 20 familias debieron ser evacuadas durante la tarde de manera preventiva cuando un foco se activó en los cerros que colindan con la Villa Fresia de esa localidad.
Para el combate de las llamas pasó durante la tarde uno de los aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Brasil, que había llegado durante la mañana de ayer al aeropuerto de Concepción, el que también pasó a Portezuelo para ayudar a combatir el incendio que sigue activo en la comuna.
Mientras en el sector Cosmito, entre Penco y Concepción, el personal de emergencias logró detener el fuego que se aproximaba a un vertedero, evitando así una crisis sanitaria.
En la VIII Región se contabilizan 30 kilómetros de cortafuegos construidos por los brigadistas para detener el avance de los incendios.