Gobierno desecha enviar Ley de Reconstrucción similar a la del 27/F y pone en marcha plan para reparar daños en el país
Por Alex von Baer y Waldo Díaz.
Se inclina por utilizar reasignaciones presupuestarias para financiar los efectos de los incendios:
En el Ejecutivo señalan que el año presupuestario de 2017 recién comienza y que dicho factor permite ir eliminando otros programas.
En el segundo piso de La Moneda, tras recibir a representantes de la Cruz Roja, el Hogar de Cristo, Techo para Chile y organizaciones civiles que están colaborando para hacer frente a los estragos provocados por los incendios ocurridos en el país, la Presidenta Michelle Bachelet informó ayer de los avances en el combate de la catástrofe y aludió a una agenda que ya se instaló en La Moneda: “Vamos a poner a todos los recursos económicos necesarios y luego emprender las labores de reconstrucción”.
El día anterior, el subsecretario Mahmud Aleuy había encabezado la primera reunión intersectorial para planificar la reconstrucción del país, a la que asistió la ministra de Vivienda, Paulina Saball, y el titular de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, entre otros.
En esa tarea, afirman en el Gobierno, ya se cuenta con un criterio: La Moneda optó por desechar el envío de una ley especial para financiar la reconstrucción, como ocurrió en el terremoto del 27/F, bajo la administración del ex Presidente Sebastián Piñera, y se inclina por recurrir a las reasignaciones presupuestarias para costear la destrucción que provocaron los incendios.
Así lo planteó el director de Presupuestos, Sergio Granados, quien dijo que “las emergencias se enfrentan con reasignaciones. Se va a evaluar la magnitud de los problemas para ver qué otras acciones pueden tomar: El 2% (constitucional) se puede utilizar, pero la Ley de Presupuestos tiene las herramientas suficientes para hacer lo mismo”.
Uno de los factores centrales por los cuales la actual administración no recurrirá a una ley especial, afirman en el Ejecutivo, apunta a que el año presupuestario de 2017 recién comienza y permite, por ejemplo, eliminar programas.
A fines de la semana pasada, tras reunirse con los ministros Mario Fernández (Interior) y Rodrigo Valdés (Hacienda), el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, sugirió el envío de una ley especial de reconstrucción, como la del 27/F, porque, a su juicio, las reasignaciones no serían suficientes para costear la catástrofe.
Reconstrucción
Hoy, la ministra Saball se trasladará hasta la localidad de Constitución, en la Séptima Región, donde se reunirá con una mesa por la reconstrucción de la zona que se conformó el domingo.
En el Gobierno están conscientes que en algunas zonas los incendios comienzan a extinguirse, como en la Sexta Región, y que se debe actuar rápido y con eficacia para ir en ayuda de los afectados: una de las tesis que se barajan en el Ejecutivo apunta a que el fin de semana buena parte de los focos de emergencia ya estarían bajo control, debido, entre otras cosas, a aspectos climáticos.
En este contexto, La Mandataria se reunió ayer con el equipo de ministros que coordinan el combate a la emergencia. Se trata de Mario Fernández, en Interior; Luis Felipe Céspedes, en Economía; Paula Narváez, de la Segegob, y los subsecretarios de Interior, Obras Públicas, Fuerzas Armadas y Agricultura.
Según los que estuvieron presentes, la Mandataria reconoció su preocupación por el avance de los catastros que permiten identificar a quienes reciben los beneficios. “Va lento”, habría dicho la Jefa de Estado, por lo cual instó a los ministerios a acelerar ese proceso.
“Hoy día, he instruido con especial énfasis que se acelere la entrega de beneficios y ayuda a las localidades y a las familias afectadas”, dijo la Presidenta, informando que ya se han otorgado 51.100 raciones alimenticias, 4.580 colchones, 17.300 herramientas y 141.000 litros de combustible, entre otros beneficios.
“Con ir agilizando, se refiere a que podamos tener el catastro, la identificación de cada uno de los beneficiarios, para ir en la ayuda concreta que se requiere”, dijo la ministra Narváez, al despedir a 250 voluntarios del INJUV que se trasladarán a las zonas afectadas junto al titular de Desarrollo Social, Marcos Barraza.
“Vamos a poner todos los recursos económicos necesarios y luego emprender las labores de reconstrucción”.
MICHELLE BACHELET
Presidenta de la República
Las casas quemadas se sumarán a las más de 18 mil viviendas que faltan aún por reconstruir, de seis desastres anterioresLos incendios que afectan a la zona central del país, y que cumplen 17 días sin control, ya han quemado más de 300 mil hectáreas y destruido 1.025 viviendas, según los últimos informes oficiales. Ante la emergencia, el Gobierno está implementando un plan de urgencia, consistente en un bono de un millón de pesos para que los afectados compren sus enseres, además de subsidios para la compra de forraje y maquinarias.
Asimismo, está catastrando a los damnificados -que hasta ahora suman 3.782-, los que serán parte del plan de reconstrucción que se deberá aplicar en la zona, una vez que los incendios se extingan y que se contabilice la cantidad total de viviendas quemadas.
Sin embargo, esas casas tendrán que sumarse a las 18.747 viviendas que ya están dañadas, por seis desastres anteriores, que van desde el terremoto de 2010 hasta el terremoto de Coquimbo en 2015, y que aún no han sido reconstruidas o que aún están en proceso de reparación.
De acuerdo al Ministerio de Vivienda, el desastre que acumula la mayor cantidad de subsidios sin iniciar o que aún están en ejecución es el terremoto del norte grande, de 2014, con 7.640 subsidios que están pendientes en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá. Le sigue el terremoto de Coquimbo, con 4.724 subsidios familiares que no han concluido. En el 73% de esos casos, las obras aún no comienzan.
En el caso de los aludes que golpearon a las regiones de Antofagasta y Atacama el año pasado, también existen 2.254 viviendas que no están listas, de las cuales hay 1.265 que no han comenzado su construcción.
Y en el plan de reconstrucción por el terremoto de 2010, que destruyó 225 mil viviendas del país, se cuentan 2.705 casos en que aún las familias no tienen su vivienda definitiva o la reparación que esta necesita.
Existen otros desastres en que la reconstrucción ha avanzado más rápido. Ese es el caso del incendio de Valparaíso de 2014, en que faltan 1.399 casas por terminar, pero la mayoría ya inició sus obras. Y en el plan de reconstrucción que se implementó tras la erupción del volcán Calbuco, que destruyó 592 casas, existen 25 subsidios que no han terminado de ejecutarse.
Entre los seis desastres que tienen planes de reconstrucción del Gobierno, y sumando las casas quemadas hasta ahora, se cuentan cerca de 261 mil viviendas dañadas en los últimos siete años. Esto equivale a cerca del 4,8% de los hogares que tiene el país, según la última Encuesta Casen.
El plan de emergencia
El Gobierno está implementando diversas medidas de emergencia para acudir en ayuda de los damnificados por los incendios. Al bono para enseres de un millón de pesos que se está concediendo a las familias que perdieron todas sus pertenencias, se suma la entrega de agua por parte de la Onemi.
También se está otorgando un subsidio para forraje de hasta $600 mil, la compra de infraestructura productiva para las familias por hasta un millón de pesos, y la atención de animales heridos, por hasta $10 millones.
Además, se dará un subsidio para las pymes, uno para la retención de mano de obra, y el Servicio de Impuestos Internos prestará facilidades a contribuyentes.
2.705
subsidios habitacionales por el terremoto de 2010 aún están en ejecución o no han iniciado obras.
6.686
viviendas destruidas por el terremoto del Norte Grande, en 2014, ya están levantadas. Aún quedan 7.640 por construir.
150
casas quemadas por el incendio de 2014 en Valparaíso no han sido reconstruidas. En otras 1.249 las obras aún se ejecutan.
Un cuarto
de las viviendas dañadas por los aludes que en 2015 afectaron a las regiones de Antofagasta y Atacama aún no están listas o sus obras se están desarrollando.
El balance de una catástrofe que castiga a tres regionesDAÑOS EN HOGARES. Según el último reporte disponible de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), los incendios forestales que afectan principalmente a las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío han destruido 1.025 viviendas. Además, el fuego ha dejado un saldo de 3.782 personas damnificadas y 1.151 albergadas.
EXPLOSIVA PROGRESIÓN. La emergencia escaló a una catástrofe entre el martes 17 y el miércoles 18 de enero, cuando la superficie quemada se duplicó en solo 24 horas: de 10.141 hectáreas a 23.776, según informes de la Onemi y la Corporación Nacional Forestal. Hasta ayer, en tanto, sumaba 389.151 ha, considerando solo los siniestros de enero. En lo que va de la temporada (desde julio de 2016) se han quemado 559.980 ha, 465% más que en el período 2015-2016.
TIPO DE SUPERFICIE. De acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura, el 57,1% de la superficie dañada pertenece a predios forestales, el 21,8% a matorrales, el 18,4% a bosque nativo, el 2,5% a suelos agrícolas y el 0,2% a ciudades o usos industriales.
AYUDA PARA DAMNIFICADOS. La Onemi reportó ayer el despacho de 51.070 raciones alimenticias, 31.040 botellas de agua mineral, 7.650 frazadas, 4.381 colchones, 880 cajas de alimento, 4.471 kits de aseo y 17.313 herramientas a las zonas amagadas.
DESPLIEGUE HUMANO. Casi 20 mil personas trabajan en el área afectada, hasta el lunes. Se trata de 8.694 efectivos de las Fuerzas Armadas, cuatro mil bomberos, 2.523 carabineros, 2.397 funcionarios de ministerios y servicios, 1.351 brigadistas nacionales y 483 brigadistas extranjeros.
PODER AÉREO. Cuarenta y cuatro aeronaves (32 helicópteros y 12 aviones) combatían el fuego hasta el lunes. Es 69% más que hace dos semanas, cuando los siniestros se agravaron.