Transantiago cumple diez años de operación con el menor uso de la tarjeta bip en sus buses
Costos del sistema, en cambio, alcanzaron el año pasado su mayor nivel, con $457 mil millones:
Validaciones de la tarjeta bip en micros llegaron a 880 millones en 2016, el nivel más bajo desde 2007, cuando el servicio comenzó a funcionar. El metro, en cambio, llegó a un récord de 671 millones de bips.
El 10 de febrero de 2007 es recordado como el “big-bang” por urbanistas e ingenieros en transporte. Ese día, la capital cambió de las ocho mil micros amarillas a poco más de cuatro mil buses, que a duras penas nutrían un nuevo sistema incomprendido por los usuarios. A poco andar, el publicitado Transantiago se transformó en la política pública más vapuleada de las últimas décadas.
Desde entonces, Santiago y su transporte público han cambiado dramáticamente. La ciudad casi duplicó su parque automotor (778 mil autos en 2007 a cerca de 1,5 millones en 2016) y el sistema ha sufrido múltiples ajustes en la malla de recorridos, ha sumado casi tres mil buses extras y hasta reemplazó la lógica troncal-alimentador que lo inspiró por rutas más directas.
Pero pese a estos retoques, Transantiago ha ido perdiendo usuarios. Según un informe de validaciones obtenido por la Ley de Transparencia y un estudio de la U. Diego Portales, el año pasado los buses alcanzaron 880 millones de validaciones (pasadas de tarjeta bip equivalentes a pasajes), 41 millones menos que en 2015 y 313 millones menos que en 2010, cuando alcanzaron un peak de 1.193 millones.
En el mismo período, en cambio, el metro ha mostrado una tendencia al alza: si en 2007 llegaba a 557 millones de bips, en 2016 marcó un récord de 671 millones de pasadas de la tarjeta.
El director de transporte público metropolitano, Guillermo Muñoz, reconoce una caída en los pasajeros. “El sistema ha ido perdiendo usuarios. En la medida en que hay más ingresos, las personas van utilizando otros modos de transporte, particularmente el automóvil. También el caso de las bicicletas ha tenido un impacto en el transporte público”, explica.
Añade que se espera que con la incorporación de nuevos modos (como el tren), las nuevas líneas de metro y la ampliación de servicios integrados “se va a ir llevando a cada vez más usuarios y deteniendo estas caídas en las validaciones”.
Para Diego Puga, consultor y ex gerente de finanzas de Transantiago, la caída de validaciones se debe a múltiples factores: “Ha habido una reducción de trasbordos, el aumento de la evasión hace que se registren menos validaciones y también la gente prefiere moverse en un sistema de mejor calidad como el metro, que si bien tiene episodios desagradables, (también) tiene alta confiabilidad. Los buses se han ido avejentando sistemáticamente y no han dado el salto de calidad para aumentar la cantidad de pasajeros”.
El sistema también está costando más caro, según el mismo análisis de la U. Diego Portales. El último año, Transantiago requirió $457.546 millones de subsidio estatal, la mayor cifra en los últimos diez años.
“Los costos han crecido por aumento de precio de insumos, de la mantención de los buses, pero también por la pérdida de pasajeros, que explican menos ingresos. También el incremento de la evasión genera un mayor nivel de subsidio”, señala el especialista en Transportes de la UDP, Louis de Grange.
Evasión
En 2016, los pasajes impagos promedian, hasta ahora, 29%, la cifra más alta de la historia del sistema.
880 millones de validaciones tuvieron los buses en 2016. El metro, 671 millones.
1.552 millones de bips tuvieron el metro y los buses en 2016, lo más bajo desde 2007.
29% de evasión registró el año pasado, en promedio, hasta ahora, el sistema.
60% de ahorro en tiempo busca generar el tren entre Alameda y Nos, según EFE.
”El subsidio se justifica plenamente. Permite mantener la tarifa más baja de lo que sería en caso contrario. Es un aporte directo a las personas”.
ANDRÉS GÓMEZ-LOBO Ministro de Transportes
”La relicitación de Transantiago era una oportunidad y el Gobierno la perdió. Vamos a tener una continuidad del sistema actual, y más caro aún”.
LOUIS DE GRANGE Especialista en Transportes UDP