La fórmula de los mejores choferes
Ambos conductores del Transantiago fueron premiados con un viaje a Brasil por el Ministerio de Transportes al cumplir con todos los parámetros evaluados.
Manejan cientos de kilómetros diariamente, se enfrentan al frío y al calor extremos durante las diferentes épocas del año y deben mantener la calma ante pasajeros que con imprudencia irrumpen en lo que ellos consideran su “segunda casa”.
Stefany González (28) y Luis Saavedra (66) fueron elegidos como los mejores conductores del Transantiago durante el 2016, por cumplir con los atributos evaluados en el Índice de Calidad de Atención, medido por pasajeros incógnitos. Los criterios consideraban aspectos como si el chofer abre y cierra las puertas al detener el bus, si conduce sin frenazos ni movimientos bruscos, si es amable y si se detiene cuando corresponde. Ellos lograron todos los objetivos.
González, quien lleva poco más de un año manejando buses, tiene una niña de cuatro años y pasa más de 12 horas fuera de su casa. “Veo más a mis pasajeros que a mi hija”, afirma. Sin embargo, pese al horario, asegura que, desde la primera vez que se subió a manejar, pensó “ah, esto sí me gusta de verdad”, mucho más de lo que le atraía su antiguo trabajo en un call center, donde “se aburrió de pelear con gente imaginaria”.
Cuando hizo su ingreso a la empresa Redbus Urbano, pensó que “lo más difícil iban a ser los compañeros, pero fue todo lo contrario. Ellos siempre me han apoyado y enseñado con mucha paciencia”, afirma la joven, que, eso sí, ha tenido que aprender a lidiar con el machismo en las calles.
“Una vez estaba en un taco en hora punta en la mañana. Un pasajero que iba a mi lado comenzó a gritarme que me apurara porque iba atrasado. En un descuido él agarró el volante y me hizo chocar a una liebre”, señala. Luego, recuerda que comenzó a insultarla diciéndole, “tú tienes que quedarte planchando y lavando en tu casa, este es trabajo para hombres, no para ti”.
Pero eso no la desmotivó, y hoy cuenta los días para ir a disfrutar a Brasil del viaje doble que ella y Luis Saavedra recibieron como premio, y que los hará salir por primera vez de Chile.
Para el experimentado chofer de la STP, el reconocimiento tiene un sabor especial, ya que hace un par de meses cumplió 37 años de casado con su esposa -el mismo tiempo que lleva conduciendo micros- y el viaje vendría siendo como una “luna de miel” para ambos. “Yo no tenía idea de que estaba postulando al premio, hasta que un compañero me dijo”, afirma Saavedra, quien asegura que desde que lo ganó “me han pasado muchas cosas lindas. Todo ha sido algo nuevo”, indica.
Es que a sus 66 años le ha tocado vivir en carne propia la evolución del sistema de transporte, y hacer bien su trabajo le ha generado gratificantes reconocimientos. No solo de las autoridades, sino también de sus pasajeros.
“Un día subió un carabinero a la micro que yo manejaba, y me dijo: ‘¿Y usted todavía sigue en esto?’, yo lo miré sorprendido. Él me dijo, ‘aunque usted no lo crea, yo lo conozco desde que era estudiante, y usted jamás dejó a un escolar abajo’”. Eso, según él, bastó para recompensar todas las noches en que llegó tarde y cansado a su casa.
Consultados sobre su “fórmula” para hacer bien su trabajo y sobrellevar las dificultades que se viven a diario arriba de las micros, ambos concuerdan en que todo “es cuestión de actitud”.
“Yo todas mañanas salgo de mi casa y pienso que hoy me irá mejor que ayer y peor que mañana”. reconoce González, quien además insiste en que “si te levantas pensando que hará calor y que vas a pelear con los pasajeros, ya partiste mal”.
Por su parte, Saavedra agrega que su técnica es “siempre buscar el lado positivo, en todo orden de cosas”. Además, desde que trabaja en Transantiago “todo ha sido más tranquilo”, porque “antes peleábamos los pasajeros con los compañeros. Ahora eso no pasa”.