Transantiago sumó 27.978 reclamos de sus pasajeros: 40% por buses que no se detienen en paraderos
Por Manuel Valencia y Diego Zúñiga.
Informe de 2016 muestra que la mayoría se produce en el centro.
Indicador que se incluirá en la nueva licitación busca resolver la deficiencia.
Diez años han pasado desde el bloqueo masivo que significó Transantiago para el sistema circulatorio de la capital. En medio de la última década, la ciudad ha aprendido a reconectarse con cambios de recorridos y contratos. Así han ido quedando atrás las caminatas para seguir un viaje o los buses que andaban cargados de pasajeros todo el día.
Sin embargo, muchas de las fallas de origen, que motivaban airadas quejas de los usuarios en los noticieros de 2007, aún permanecen. Una de ellas: los buses que pasan de largo y no se detienen en paraderos.
Según el informe anual de reclamos de pasajeros del Transantiago, obtenido por “El Mercurio” mediante la Ley de Transparencia, el año pasado el sistema acumuló 27.978 reclamos. De ellos, el 40% (11.237) corresponde a pasajeros molestos porque el bus no les paró.
“Al advertir la llegada del bus 516, hicimos las señas para que se detuviera; sin embargo, el conductor se escondió detrás de un bus 510 que estaba en el lugar, se cambió de pista y huyó dejando a los pasajeros y teniendo capacidad (…). Creo que esta denuncia será solo testimonial, porque la desconfianza en nuestras autoridades supera cualquier expectativa”, dice un usuario, entre las quejas contenidas en la lista.
Raimundo Cruzat, especialista en transportes y ex coordinador de Transantiago, dice que por una “traba ideológica” las autoridades no han vuelto a incorporar a los conductores en las ganancias. “Eso lograría incentivarlos a parar en los paraderos y reducir también la evasión. No como antes, en que había una carrera por el boleto, sino con metas de recaudación para un recorrido, con bonos en los sueldos”.
El secretario técnico de estrategia y planificación del Directorio de Transporte Metropolitano, Luis Maluenda, asegura que las críticas responden a elementos variados como la congestión, la conducción inadecuada del chofer o la regulación de flota.
“El rediseño tiene un nuevo indicador que contempla esta problemática, que es el índice de detención de paradas. Se fiscalizará mediante inspectores y se aplicarán descuentos por cada vez que se verifiquen las faltas”, sostiene.
En el documento, los reclamos más recurrentes que siguen son los buses que no cumplen frecuencias (5.668, 20%) y los reparos por el estilo de conducción del chofer (1.505, 5,3%).
Entre los destinatarios de los reclamos, lideran las empresas Express, Subus, Alsacia, Vule y Metbus, seguidas del Gobierno (ver infografía).
En cuanto a los recorridos, el peor evaluado es el 405 de Express. “El Mercurio” constató que la principal queja de sus usuarios es la falta de flota. “La micro al centro va llena. Son frecuentes las caídas y empujones. Cuando gira muy rápido, frena brusco y los pasajeros se caen”, dice Ximena Cortés. “Ponen muy pocas micros al centro y la mayoría llega hasta Baquedano. La gente, con calor, no tiene tiempo ni para respirar”, reclama Carolina Torrealba. Un chofer del servicio confirma la crítica. “De 800 buses de la empresa, para este recorrido solo ponen 30. Los tacos y el tiempo de espera potencian el problema”.
Reducción
Según el Gobierno, desde 2007 hasta 2017, los reclamos bajaron en 50% y pasaron de 64 mil a cerca de 28 mil.