Reconstrucción del 27-F abre flanco por 4.657 viviendas con problemas de edificación
Además, hay otras 5.782 propiedades ya ejecutadas pero que no tienen recepción municipal:
Ministra de Vivienda, Paulina Saball, asegura que soluciones no pueden ser miradas como un ” ticket a la cantidad, sino también al resultado”.
Nunca antes en la historia de Chile una catástrofe tuvo la magnitud del 27-F. En el terremoto y el maremoto del 27 de febrero de 2010 se destruyeron más de 300 mil casas, similar al Gran Concepción. Cascos tradicionales como los de Talca, Constitución o Talcahuano sucumbieron y redujeron a ruinas edificios históricos. En el camino hubo 521 muertos y al menos 25 desaparecidos.
Mañana se cumplen siete años desde que la tragedia y el hito se conmemoran con un plan de reconstrucción al borde de su término: según cifras del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), actualizadas al 31 de enero pasado, de las 224.538 viviendas, 222.064 (98,9%) fueron terminadas, otras 2.463 (1,09%) están en ejecuión y solo 11 (0,01%) aún no inician su construcción.
La ministra de Vivienda, Paulina Saball, dice que estas últimas son casas patrimoniales y que las casas en obras ya tienen un estado avanzado.
“El 27-F está prácticamente concluido desde el punto de vista numérico, pero quedan cosas por resolver desde la calidad y disponibilidad de las viviendas por las propias familias”, señala, al referirse a un nuevo “flanco” del proceso: las 6.893 viviendas (en 48 conjuntos habitacionales) con problemas constructivos que dejó la administración anterior, además de otras 49.270 que no cuentan con recepción municipal por trabas en la regularización de casas que se autoconstruyeron.
Según detalla la ministra Saball, en los últimos tres años se lograron terminar 21 proyectos, con 2.592 viviendas y aún quedan 28 en ejecución, con 3.857. Adicionalmente, otras 800 no han iniciado obras. Así, permanecen 4.657 viviendas con problemas constructivos por resolver.
“El hecho de tener la solución terminada no solo debe ser mirado desde el punto de vista del ticket a la cantidad, sino también al resultado. Ahí tenemos un camino que recorrer (…). Los problemas constructivos son de viviendas que se mojaban, problemas de impermeabilización, de urbanización asociados fundamentalmente a aguas lluvias, asentamientos de terrenos, viviendas que estuvieron con adecuadas terminaciones o mal equipadas”, detalla Saball.
Obras urbanas
El desastre del 27-F también arrasó con espacios públicos y develó deficiencias en la mitigación del riesgo que han obligado a modificar o crear planes reguladores en 66 comunas.
En infraestructura se definieron 225 obras como áreas verdes, paseos, vialidades, y otras (123 de los Planes de Reconstrucción Estratégico-Sustentables, PRES; y 111 de los Planes de Regeneración Urbana, PRU). De estas faenas, 188 (83,5%) están terminadas, 24 (10,6%) en ejecución, y otras 13 (5,7%) deben iniciarse este año. Así, este plan estaría completo en los ocho años estimados cuando fueron lanzados en 2010.
De todas formas, Saball dice que hay zonas urbanas que son efecto de las decisiones de reconstrucción. “No es posible eludir la huella que dejó el 27-F en algunos casos de forma positiva y en otros negativa en nuestras ciudades. No es algo evitable. Si se mira Talca, no se puede pensar que es una ciudad que se ha recuperado del 27-F, no porque las personas no tengan viviendas, sino porque quedó un centro todavía con espacios vacíos y con una reconstrucción que se hizo fuera de la ciudad. Concepción es totalmente al revés, la ciudad no muestra huellas”, señala.
Añade que más que por cifras, las reconstrucciones deben evaluarse “sobre temas estructurales, aprendizajes, una mayor seguridad o la innovación que se generó, pero no sobre la pura celeridad. Esto no es una carrera, es la vida de las personas”, dice.
2.063 viviendas que reponer por el incendioLos recientes incendios que redujeron a cenizas más de 1.300 viviendas entre O’Higgins y el Biobío ocurrieron en la misma zona afectada por el 27-F. La emergencia no solo recordó el terremoto por esa coincidencia, sino también por los modelos de manejo de crisis y reconstrucción, que derivan del 2010.
Instrumentos como la autoconstrucción asistida, que permite a los afectados levantar su vivienda con un bono de compra de materiales, o la aplicación de viviendas tipo para quienes tienen un terreno propio y quieren volver a construir en él, fueron ideados por la administración anterior, en 2010, y han tenido continuidad en catástrofes como el incendio de Valparaíso, los aluviones del norte o los terremotos de Iquique y Coquimbo, y ahora con los incendios del centro sur.
La ministra Saball detalló que se deberán reponer 2.063 viviendas y reparar otras 311. De las casas, 1.200 corresponden al sector rural disperso. “No se debe invisibilizar a estas familias, que fueron afectadas en sus viviendas y sus fuentes de trabajo. La mayoría habitaba viviendas precarizadas que no tenían ni siquiera solución sanitaria. Hoy no es justo, en un país con el estándar de desarrollo que tenemos, que una persona habite una vivienda sin una solución sanitaria adecuada”, asevera.
En Santa Olga, dice que el plan buscará definir un estándar urbano mínimo. Se habilitarán equipamientos educacionales, de salud, deportivos, áreas verdes, un terminal de buses, calles pavimentadas y agua potable, además de cerca de mil nuevas casas.